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La abrumadora votación que obtuvo Boris Johnson parece que le da vía libre a su anhelo de firmar pronto el brexit y así lo ha asumido el primer ministro. Con estas mayorías será cuestión de tiempo para que se dé la salida del Reino Unido de la Unión Europea y pondrá fin a un debate que se ha alargado y del que buena parte de la opinión pública estaba cansada. No obstante, los resultados están lejos de ponerle solución a las tensiones que se mantienen en este país y lo enfrentan a unas nuevas.
El contundente triunfo conservador frente a los laboristas es el más importante desde los años 80, por la que le asiste razón a Johnson en estar optimista. Cuando arribó al poder meses atrás, había llegado con mucha desconfianza de los votantes, pero ha sabido moderar el tono y mantener la idea de que las cosas no van a salir mal si se retiran de la Unión Europea, así es como ahora la mayoría de electores le ha creído, y de esta manera logra él no solo el éxito electoral, sino que obtiene una patente de corso para promover las ideas proteccionistas por las que fue elegido meses atrás.
De acuerdo con lo dicho por el ganador primer ministro, es un hecho que el último día del Reino Unido como parte de la Unión Europea será el próximo 31 de enero y está convencido de que será menos doloroso de lo que muchos pregonan. No obstante, es un mal mensaje porque la solidaridad que ha demostrado el viejo continente ha sido una lección para muchos otros países, pues ha sido la manera de promover que buscar una mejor calidad de vida es posible cuando se suman fuerzas y se camina hacia el mismo lado con objetivos comunes, que cuando lo hace cada país por su lado. Ya veremos cómo afecta esta decisión las intentonas secesionistas en otras naciones y cómo lo asume la Unión. Solo el tiempo dirá para quién fue peor esta decisión y para quién mejor.
Queda pues Johnson comprometido a cumplir su promesa de que el brexit es lo mejor para su país y tendrá la difícil tarea de cerrar un acuerdo comercial con la Unión que no afecte a sus empresas. También deberá manejar las tensiones que se han dado con Irlanda, que en su mayoría no está convencida del retiro de Europa. Como si fuera poco, en Escocia se fortalecen las fuerzas separatistas, según los resultados electorales, y ya se plantea un nuevo referendo separacionista para el 2020, al haberse fortalecido los nacionalistas. Las bolsas reaccionaron bien el viernes, indicando su preferencia por la estabilidad y el fin de la incertidumbre.

Entonces Johnson no tendrá un camino fácil. Todo lo contrario, las tensiones continuarán y deberá mostrar resultados pronto, antes que las tensiones superen este momento. Falta ver si su compleja personalidad resiste a los embates y demuestra que es un líder comprometido con el futuro del país y sabe mantener soluciones de Estado, más allá de los caudillismos que hasta ahora ha asumido. La tarea es aún compleja, aunque el resultado en las urnas le da el compás de espera que necesitaba para que en este fin de año pueda dar el reacomodo que necesita y fortalecerse en el poder y en su idea de país.