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Francia alcanzó el jueves 30 mil 621 casos nuevos de covid-19 en 24 horas, lo que se constituye en el valor más alto en ese país desde que comenzó la pandemia. Las muertes por esta causas se elevaron a 88 durante esa jornada, para superar los 33 mil fallecimientos desde que comenzó la emergencia sanitaria, de acuerdo con cifras oficiales. Hoy, cerca del 12,6% de las personas a las que se les practican pruebas sale positivo, y el porcentaje tiende a incrementarse; ya hay temor de que los servicios de urgencia se desborden. Otra característica es que ahora hay más personas jóvenes contagiadas, que en la primera parte del año.

No solo Francia, sino varios países de Europa, como España, Alemania y el Reino Unido, ven preocupados la fuerza de la segunda ola de la pandemia. La aceleración es tal, que se pasó de 6 a 7 millones de casos en esa región en solo 10 días. En Alemania, por ejemplo, el jueves se contabilizaron 6 mil 638 casos, la cifra más alta desde el comienzo de la emergencia, que tuvo como punto mayor el 28 de marzo, cuando se reportaron 6 mil 294 casos. Sin embargo, el comportamiento más preocupante es el de Francia, donde el presidente, Emmanuel Macron, decretó a partir de hoy toque de queda nocturno en París y otras 8 zonas urbanas.

Ya la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó la alerta y pidió que se exija el uso de los tapabocas y la prohibición de las reuniones sociales, que se han convertido en los principales focos de contagio. Hay un incremento exponencial que, si no es contenido de inmediato, podría llevar a que este segundo brote sea más grave que el primero. Si bien hoy los contagios superan los de la primera ola, el número de muertes está mejor controlado, pero todavía es incierto si la situación pueda agravarse si no se toman medidas a tiempo. De hecho, el mayor temor es que los jóvenes terminen llevando la enfermedad a personas mayores más vulnerables.

Ya se dice que, de seguir estas mismas tendencias, para enero los niveles de contagios y de muertes podrían superar en mucho las de la primera ola. Todo indica que el relajamiento en las medidas de bioseguridad son las causantes de lo que está pasando, por lo que las autoridades de salud piden que se mantenga la guardia en alto para evitar que la emergencia se salga de control. La preocupación es que, si la pandemia se acelera más, regresarán los confinamientos que resultan tan costosos para la economía. Mientras tanto, aún es incierto cuándo se podrá contar con una vacuna que sea efectiva para derrotar la enfermedad.

Esta situación coincide con el rápido avance hacia el pico de la pandemia en Manizales y Caldas, donde se calcula que a finales de este mes y comienzos de noviembre se darán las cifras más altas de pacientes con covid-19 en unidades de cuidados intensivos. Hoy nos encontramos en alerta amarilla, muy cerca de llegar al límite de ocupación que obligaría una alerta naranja. Por eso, ante lo que ocurre en Europa y la velocidad de expansión en la región, el llamado es a evitar eventos que puedan generar aglomeraciones, y tomar medidas frente a fechas de alto riesgo como el Halloween. Debemos ser responsables con nuestra salud y la de todos, sin abandonar en ningún momento las medidas de autocuidado.