La decisión del exvicepresidente Germán Vargas Lleras de inscribir un comité promotor para recoger firmas que respalden su candidatura a la Presidencia de la República, además de resultar sorpresiva y curiosa también confirma que ni él, que tiene partido propio, Cambio Radical, se atreve a ir solo en búsqueda del principal cargo del país. Ahora bien, dicha determinación parece obedecer a una estrategia política que pretende mantener su nombre en la agenda pública, sin que todavía se pueda decir que ya es candidato, y así tratar de mantener los niveles de popularidad que lo han acompañado.
Sin embargo, lo de Vargas es sintomático de lo que sucede con los partidos políticos en el país. Ya el Partido de la U expresó que no tendrá candidato y que respaldará una propuesta que defienda los acuerdos de paz que viene impulsando la administración del presidente Juan Manuel Santos. Juan Carlos Pinzón, quien se decía sería su candidato también se decidió por las firmas. Los liberales y conservadores, que corresponden a los sectores más tradicionales de la política colombiana, tienen numerosos precandidatos sin que haya claridad acerca de cuál será el definitivo o si preferirán luego unirse a alguna coalición. Los conservadores, de hecho, son proclives a respaldar a quien resulte escogido como candidato del Centro Democrático, que es el movimiento político más disciplinado en las actuales circunstancias.
Otros aspirantes con posibilidades de llegar a la Presidencia también están en el camino de recoger firmas que avalen sus propósitos, y de hecho son los que aparecen con mejor figuración en las encuestas. En ese grupo se encuentran, por ejemplo, el caldense Humberto de la Calle y el antioqueño Sergio Fajardo. Parecería que no quisieran dejarse contaminar por lo que representan los partidos políticos hoy en el país, y que consideraran que las opciones independientes pueden tener más éxito. De todos modos habrá que ver qué pasa con ellos en el futuro. En el Partido Verde también hay varios precandidatos, y su idea es unirse con otros sectores de la política, especialmente de izquierda, para poder llegar al poder.
Los aspirantes de izquierda comparten, así mismo, esta inclinación por buscar primero el aval de los ciudadanos, en lugar de lanzar sus campañas a través de partidos. Es lo que ocurre con Clara López, Piedad Córdoba y Gustavo Petro. El único que insiste a través de un partido es Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático, y habrá que esperar lo que pase con el nuevo movimiento político de las Farc, que esta semana será lanzado de manera oficial. Así, en todo el espectro de la política colombiana la lluvia de precandidatos de todas las vertientes tiene mucho que ver con la crisis por la que atraviesan los partidos.
Este fenómeno tendría que llevar a los congresistas que actualmente discuten la reforma política a tomar decisiones muy coherentes que tiendan a sentar las bases de la reconstrucción de los partidos y al surgimiento de conductas que los fortalezcan. En ese sentido, por ejemplo, la eliminación del voto preferente y la obligación de las listas únicas por partido debe ser el camino. Eso serviría para que las distintas colectividades se tengan que organizar mejor y fortalecer los procesos democráticos internos. Además, tanto desorden en la política lo único que hace es facilitar la corrupción y poner obstáculos a los controles que debe hacer el Estado para garantizar transparencia.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015