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Hace cerca de 12 años, cuando nació People Contact, empresa de economía mixta que lideraría el proceso de los centros de llamadas en Manizales y que atraería inversionistas extranjeros que aprovecharan el recurso humano de nuestra ciudad para ese negocio, se fijaron grandes esperanzas en lo que podría representar para la salud económica local. Cinco años después la realidad era bien distinta, aunque sus verdades internas se comenzaron a conocer hace apenas unos tres años, cuando la actual Administración Municipal se decidió a tomar medidas de choque en busca de su reanimación.
El actual gerente, Luis Fernando Mejía, estuvo en el Concejo presentando un panorama de la empresa, en el que se observan avances significativos en el control de los gastos y en la respuesta a los acreedores después de que hace año y medio ingresó a Ley 550, para poner en orden sus finanzas. Al ritmo que va se tendrá una recuperación, seguramente, pero demasiado lenta. Es cierto que logró salvarse a People de una debacle peor, que habría significado un gran golpe económico para la ciudad, pero el panorama de los ingresos que debería tener se observa muy difuso, la labor comercial se ve tímida, mientras que el empleo que llegó a generar a principios de la década se desvanece.
People acumuló deudas por $46 mil 800 millones, que fueron las pactadas para pagar en los próximos 20 años, según el acuerdo de acreedores de febrero del año pasado. A los pequeños y a la DIAN se les giraron ya $4 mil millones, fueron devueltas sedes improductivas que cada mes costaban en arriendos $651 millones (algunas de las cuales nunca fueron utilizadas, lo que configuró un derroche de varios años) y se les puso punto final a convenios con otras empresas que eran una carga para People. Todo eso está bien, pero falta dar un paso más decidido hacia adelante para que haya nuevos ingresos que acorten el tiempo de recuperación y abra las posibilidades de obtener utilidades. 
Es positivo, sin duda, que hoy los gastos no sean superiores a los ingresos, y no como pasó por muchos años cuando la empresa se endeudaba para poder funcionar y pagar los altísimos salarios de sus gerentes, que eran incluso más altos que los del alcalde. Haber comprado sede propia en la vieja terminal de transportes, a la que se pasará a partir del 26 de junio, es una buena decisión, que puede reflejarse en los gastos en el corto plazo, pero que en el mediano y largo plazo representará ahorros significativos. 
Hay que reconocer los esfuerzos de la actual administración, pero no podemos contentarnos con haber logrado reanimar al moribundo; tenemos que garantizar que se fortalezca y esté en condiciones de competir y ganar. Hay una experiencia valiosa ganada en estos años, tenemos que rescatar el empuje de sus primeros tiempos, generar empleo para los jóvenes y ejecutar tareas más sofisticadas en las que el bilingüismo es fundamental. Recordemos que llegó a generar cerca de 2.200 empleos directos y muchos más indirectos. Será necesario que de su mano la ciudad crezca en el área de los BPO (Business Process Outsourcing), lo que puede atraer capitales de inversión.

Está bien que People tenga negocios en Bogotá, Medellín y Pereira, que son rentables, pero se necesita que sus principales tareas estén en Manizales, donde el impacto de sus actividades puede tener consecuencias muy positivas para nuestra economía, más cuando en los meses recientes vemos un incremento preocupante del desempleo y cuando se mantiene una brecha significativa en los puestos de trabajo por razón de género y por razón de edad.