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Con la realización ayer del quinto foro acerca de la posibilidad de crear el área metropolitana del centrosur de Caldas, solo resta esperar que las comisiones de Ordenamiento Territorial del Congreso de la República entreguen su concepto a la Registraduría Nacional del Estado Civil para que, ojalá antes de terminar este año, se pueda realizar la consulta popular en los cinco municipios, y que sean los ciudadanos de Chinchiná, Neira, Palestina, Villamaría y Manizales los que decidan la creación oficial de ese ente integrador, que podría ayudar a generar un desarrollo más rápido y más armónico en la región. El hecho de que el centrosur caldense represente el 66% del Producto Interno Bruto y el 53% de la población del departamento es un gran punto de partida.
Los distintos expositores que estuvieron en estos encuentros, la mayor parte de ellos directivos y exdirectivos de otras áreas metropolitanas en el país, señalaron las múltiples ventajas y beneficios que se generan cuando varios municipios optan por esta figura de integración administrativa y territorial, en la que los alcaldes de las poblaciones que hagan parte tienen las mismas posibilidades de voz y voto. Ya los cinco alcaldes actuales, con el respaldo de la Gobernación de Caldas, le dieron el sí al proyecto, demostraron que tienen la voluntad política para sacar adelante la idea, y entre quienes llegarán el próximo 27 de octubre a esos cargos no se escuchan opositores.
Hoy los caldenses tenemos mayor claridad acerca de lo que representa dar este paso, que puede ser trampolín para acelerar el desarrollo industrial, comercial y de servicios públicos de una región, ordenar los asuntos ambientales de la mano de las corporaciones autónomas, que permitan avanzar en la protección y conservación de los recursos naturales que comparten los cinco municipios. Una integración de este tipo también es importante dinamizador de la competitividad y, en el caso específico de esta área metropolitana, se abriría una puerta a la consecución de recursos frescos, gracias a la posibilidad de tener autonomía catastral que, de acuerdo con cálculos del alcalde de Manizales, Octavio Cardona, podría representar $70 mil millones al año en impuestos que hoy no se están cobrando.
Después de estas jornadas de reflexión, quedaron superados los temores alrededor de la supuesta supremacía del municipio núcleo, en este caso Manizales, frente a las demás poblaciones, que por el contrario empiezan a sentir beneficios directos ligados a la movilidad y el transporte, con impacto directo favorable al bolsillo de los usuarios. De la misma manera, hay múltiples aspectos de carácter común de los municipios miembros en los que se pueden alcanzar sinergias que conduzcan a una mejor planeación del territorio y a la ejecución de obras de mayor alcance que correspondan a intereses regionales más ambiciosos.

No fue posible ya que el 27 de octubre se pudiera hacer la consulta, como se había previsto, y seguramente el cambio de registrador nacional a comienzos de diciembre genere algún traumatismo para lograr que ese mecanismo participativo pueda aplicarse antes de final del año, pero hay que hacer todo lo posible para que se concrete el proyecto en la misma fecha de la consulta para el área metropolitana del valle de San Nicolás, en el oriente de Antioquia. Este es un sueño que tiene la región desde hace varias décadas y esta es la vez en la que estamos más cerca de convertirlo en realidad, y en eso no debe haber reversa. Solo se necesita que el 5% del censo electoral dé el sí en los cinco municipios, para que tengamos área metropolitana. Sería ideal que los nuevos mandatarios comiencen sus administraciones sintonizados bajo este esquema.