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Colombia terminó la semana con 40,4 millones de dosis de vacunas contra la covid-19 aplicadas, lo que significa que 16,9 millones de colombianos tienen el esquema completo de inmunización, y que el 33,3% del objetivo de vacunación ya está cubierto. Además, el 51,8% de la población tiene, al menos, una dosis. Si bien estamos levemente por debajo del promedio mundial de esquemas completos, que está en 34,1%, tenemos un buen avance en este aspecto.
En cuanto al comportamiento de la pandemia las cifras también son positivas, pese a que las actividades en general están prácticamente normalizadas en todos los escenarios. Los contagios reportados el viernes pasado en Colombia fueron 1.867 (durante las últimas cuatro semanas las cifras están por debajo de los 2 mil – la más alta se alcanzó el 26 de junio con 33.594 contagios), de los cuales en Caldas fueron 17. Los fallecimientos por esta causa también tienen cifras bajas en el país, 37 (en Caldas no hubo), y los casos activos tienen un nivel parecido a cuando apenas comenzaba la pandemia en mayo del año pasado: 15.993.  
Adicionalmente, en Caldas hay varios municipios sin casos activos al término de la semana, como es la situación de Aguadas, Anserma, Aranzazu, Belalcázar, Marmato, Marquetalia, Marulanda, Neira, Norcasia, Pácora, Risaralda, Salamina, Samaná, Supía y Victoria. Además, solo 5 personas están en unidades de cuidado intensivo, todas en Manizales. Así pues, el panorama de la pandemia es bastante positivo, mientras que hay una relativa normalidad en las actividades productivas, educativas y sociales, en general.
Todo este escenario demuestra que el proceso de vacunación, pese a sus baches, ha tenido un efecto bastante positivo que vale la pena cuidar. En la medida en que el ritmo de inoculaciones no se pierda y el comportamiento de las personas signifique el respeto a las medidas de bioseguridad y a los protocolos de autocuidado, la probabilidad de que la pandemia se mantenga controlada es real, y de esa manera podríamos evitar el llamado cuarto pico que tanto se ha mencionado. Es evidente que en los países en los que ha resurgido el problema el relajamiento en los cuidados ha sido crítico, y eso es algo que puede evitarse.
Hemos visto, además, que las cifras de la economía empiezan a ver la recuperación en diversos aspectos, lo que significa que es posible normalizar e inclusive aumentar las actividades productivas en busca del crecimiento y de la generación de empleos, que es el verdadero camino a la equidad social y la sostenibilidad.
Está pendiente retomar el ritmo en la lucha contra la pobreza, que se vio incrementada con la pandemia, e incluso avanzar en las soluciones estructurales que se requieren para cerrar las brechas y luchar contra las desigualdades. Si cuidamos la salud, al mismo tiempo que consolidamos el crecimiento económico estaremos superando de manera exitosa la actual emergencia. Tanto en el país como en el ámbito regional y local tienen que seguirse impulsando estrategias en las que participen los sectores público y privado, con buena coordinación, para que los buenos resultados se consoliden.