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En noviembre del año pasado el presidente Iván Duque presentó el Plan Maestro Ferroviario (PMF), con el propósito de impulsar los proyectos de trenes en el país, dos de ellos con relación directa con Caldas, con epicentros en La Felisa y La Dorada. Este plan maestro está incluido en el Plan Nacional de Desarrollo, con lo que se tiene la posibilidad de acceder a recursos para ejecutar las obras que se requieran para este modo de transporte de pasajeros y de carga. Incluso, con el hermanamiento de Caldas y Antioquia en la RAP del Agua y la Montaña el proyecto del Tren del Café tiene nuevas posibilidades.
En medio de este impulso es paradójico el poco avance que se tiene en la vía férrea entre Cartago (Valle) y La Felisa, en el municipio de La Merced, en Caldas, así como el retroceso que se está dando en la ruta ferroviaria entre La Dorada (Caldas) y Santa Martha, donde se tuvo un primer impulso con carga de materias primas y productos elaborados en ambas direcciones, y que hoy evidencia una merma que amenaza con una desaceleración, que podría derivar en el marchitamiento de una idea que prometía resultados muy positivos.
Al paso que vamos, el propósito de pasar de 420 kilómetros de operación comercial a 1.077 kilómetros al final del cuatrienio, no está fácil. Si bien ya se había logrado ese propósito, todo indica que la pandemia se encargó de generar un retroceso, del cual todavía no se repone el sistema, por lo menos en lo que tiene que ver con Caldas. Los 112 kilómetros que están pendientes en el trayecto hasta La Felisa siguen estancados como hace décadas. El panorama no se ve sencillo, debido a la gran cantidad de personas que en distintos puntos viven en los terrenos de la carrilera.
Es un problema de vieja data que ningún gobierno ha resuelto. En esto hay que recordar que por allí pasó el tren durante la primera mitad del siglo pasado, después de enormes esfuerzos para construir la red férrea, y que en 1968 el Ministerio del Transporte, en cabeza de Virgilio Barco, decidió acabar con el ferrocarril para darle impulso al transporte de carga en camiones. Hoy, desde el Gobierno Nacional se les pide a los mandatarios locales de la región, como al de La Merced, Jhonatan Vásquez, que desalojen a las familias que por décadas han ocupado la carrilera. Así que, antes del regreso del tren hay un problema social por resolver.

La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) se dispone a comenzar un nuevo proceso para revivir el tramo entre Pereira y La Felisa, pero aún no hay claridad acerca de si antes de que termine el actual gobierno nacional se tendrán, al menos, los estudios y diseños. Lo único cierto es que cunde la incertidumbre. Para la reactivación del proyecto se necesitan sinergias y coordinaciones entre los entes territoriales comprometidos y buscar salidas conjuntas a la difícil realidad. Dejar todo en manos de los municipios es desproporcionado, como se demostró en el caso de La Dorada, donde hay mucho aún por hacer para consolidar el funcionamiento del tren que conecta el país con la Costa Atlántica.