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La Dorada (Caldas) sueña desde hace décadas con la reactivación del tren que en los años 50 y 60 del siglo pasado funcionó sin problemas, llevando y trayendo mercancías y pasajeros desde y hasta Santa Marta. Después de varios intentos, por fin la semana pasada se concretó el compromiso de que, por lo menos una vez por semana se tendrá un recorrido con carga de ida y vuelta a la Costa Atlántica, lo cual se facilitará con la nueva bodega en el puerto caldense, que tiene una capacidad de 6 mil toneladas de productos, y que fue entregada esta semana por el presidente Iván Duque.
El propósito de reactivar el tren busca agilizar el transporte de carga y hacerlo más barato y eficiente que con el uso exclusivo de camiones, como ocurre actualmente. Si hay volúmenes crecientes de artículos para transportar por el ferrocarril el ahorro en los costos será mayor, lo que impactará de manera positiva en la competitividad del país. Se calcula que los costos pueden bajar en un 10%. Este paso le ayudará a La Dorada a ser una ciudad cada vez más importante en el centro del país, con diferentes posibilidades de movilidad e intercambio comercial, gracias a las nuevas autopistas que también la circundan y la posibilidad futura de recuperar la navegabilidad del río Magdalena.
Ahora cobra mayor importancia el propósito de destrabar el proyecto del tren que llegaría a La Felisa, y con el cual se tendría una comunicación fluida hasta el puerto de Buenaventura. Tal avance le permitiría a Caldas tener acceso directo a los océanos Atlántico y Pacífico y la posibilidad de conectarse a diversos mercados en el mundo de manera más competitiva. Más adelante, como se ha planteado, sería clave unir los terminales férreos de La Dorada y La Felisa, lo que generaría desarrollo a todo el corredor logístico por tren que atraviese nuestro departamento.
Los empresarios de la región tienen ahora una oportunidad para usar este mecanismo de transporte y obtener mejores resultados en el transporte de mayores volúmenes de productos elaborados y materias primas. Su operación de ida y vuelta, de viernes a domingo, es un buen comienzo, además de contar con el uso de la nueva bodega sin gastos adicionales. Ya hay empresas que transportan material para construcción, cemento, acero, materia prima para fabricación de cerámica y papel, café, cacao, fertilizantes y productos alimenticios que se están beneficiando.
En la medida en que haya un uso más frecuente de este reinaugurado servicio los beneficios se multiplicarán y los esfuerzos hechos para revivir el sistema serán bien recompensados, además de incentivar la sana competencia con otros modos de transporte que seguro redundará en mejoras para todos. Por eso, con una navegabilidad recuperada desde La Dorada a Barranquilla por el Magdalena y una Ruta del Sol que recupere el rumbo después del escándalo de Odebrecht, gana el país en general.

La fuerza que viene tomando La Dorada como centro logístico, merece que desde Manizales haya una reacción decidida para mejorar la comunicación terrestre hacia esa zona del río Magdalena, y lograr así en el futuro un mayor impacto favorable en competitividad. Es fundamental que el Gobierno Nacional entienda que la carretera por el páramo de Letras es estratégica como corredor alterno a la vía por La Línea, en la comunicación de Bogotá con el occidente del país, más cuando en próximos años La Dorada ampliará su protagonismo como enlace de circuitos económicos hacia varias regiones de Colombia.