Si hay algo en este momento que debería estar a los ojos de todo el mundo, sin ningún tipo de obstáculo, es la información alrededor de la vacunación en cada uno de los municipios y departamentos de Colombia. No solo las indicaciones acerca de cómo acceder a los biológicos y qué grupos de edad de los ciudadanos tienen prioridad o no en este proceso, sino un seguimiento claro, casi que en tiempo real, acerca de las vacunas que llegan y se aplican a diario.
Como lo señala un informe publicado por este periódico ayer, aunque la Dirección Territorial de Salud de Caldas tiene un enlace en su página web www.saludecaldas.gov.co, en el que están varias cifras que se refieren al proceso de vacunación, la realidad es que ese portal no funciona bien, se cae con frecuencia, y los datos que allí se publican son insuficientes para brindar a la comunidad una información completa, confiable, que realmente genere credibilidad en quienes logran acceder a ella.
Debe entenderse que este es un asunto muy sensible, en el que se tienen que hacer todos los esfuerzos para ser transparentes de manera plena. Que a partir de esa información sea posible hacer un seguimiento permanente acerca de las dosis entregadas y aplicadas en los municipios, de las personas a las que se está llegando, de quienes se niegan a ser inoculados, y en general del desarrollo de toda la estrategia para vacunar a la mayor cantidad de personas, sin perder tiempo.
Si el problema es de la plataforma faviwei del Ministerio de Salud, a la que se deben cargar todos los datos, estamos en mora de que el Ejecutivo Nacional solucione el problema y trabaje con un criterio de gobierno abierto, y dé suficientes garantías para que los ciudadanos puedan acceder a esa información sin talanqueras.
El hecho de que haya cerca de 28 mil vacunas aún sin aplicarse en Caldas, pese a que el Ministerio de Salud ha entregado 82 mil 488 dosis, debe observarse con claridad para que cualquier ciudadano entienda dónde puede estar el cuello de botella. La estrategia del Drive de Google evidencia recursividad, pero no parece la más adecuada para esta labor; se necesita algo más sólido y seguro.
Ahora bien, con respecto al número de vacunados, al ritmo que vamos, solo hasta la mitad del año entrante se estaría logrando la meta, cuando el propósito debería ser que el 70% de los caldenses estén vacunados a final del año. No parece suficiente que se trace un objetivo de solo 300 mil a diciembre próximo.
Es cierto que el escalafón de departamentos frente a la aplicación de vacunas es bastante cambiante, porque cuando llegan nuevas dosis el número de no aplicadas se dispara y es fácil caer a lugares de retaguardia en la tabla. Sin embargo, es posible ser más rápidos, para también poder recibir más vacunas, pero más importante que eso es esforzarse en ser más transparentes. No lograrlo transmite una sensación de desorden que le resta credibilidad al proceso, cuando lo que se necesita es que todos veamos que se está haciendo bien la tarea.
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