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Los avales del Ministerio del Transporte por $200 mil millones más para el Aeropuerto del Café (del presupuesto nacional de 2021 y 2022), que se suman a los $150 mil que ya fueron apropiados a la obra por el Gobierno Nacional, que están a la espera del fin de proceso previo a la construcción del terminal aéreo, le dan mayor solidez al proyecto y parecen despejar de manera definitiva el camino de esa iniciativa que tantas veces ha tenido que cruzar pasajes brumosos, en los que se ha visto amenazada la posibilidad de su concreción. 
 La ministra del Transporte, Ángela María Orozco, fue clara en que un compromiso de la actual administración del presidente, Iván Duque, es que Aerocafé salga adelante. Hoy se ejecuta el proceso de los últimos estudios y diseños por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) para el cierre financiero. También se avanza en la conformación del patrimonio autónomo para el manejo de los recursos, buscando que el año próximo comiencen las obras, después de escoger en licitación internacional la firma que se encargará de la primera etapa, que tendrá un costo cercano a los $441 mil millones. 
 Un mensaje positivo en este mismo sentido son los cheques presentados por la Gobernación de Caldas, con destino a dos frentes que confluyen en este importante proyecto aeroportuario. Por un lado $60 mil millones para las obras de Aerocafé y, por el otro, $59.287 millones para la construcción de la vía entre Chinchiná y Palestina que llevará directamente al terminal aéreo, y que se empezaría a construir a finales de este año. La Alcaldía de Manizales ya confirmó su aporte por $15 mil millones. Así, todo va tomando forma, pese a que en un momento se llegó a pensar que este proyecto podría terminar perjudicado, debido a la emergencia sanitaria que afrontamos actualmente.  
 Lo cierto del caso es que este tipo de iniciativas, que se convierten en nuevos polos de desarrollo para una región, son las que se necesitan para generar empleo y reactivar la economía. De hecho, se tiene calculado que una vez arranquen las obras se tendrán allí unos 1.800 puestos de trabajo permanentes, que en buena proporción será para mano de obra local, lo que significará un impacto directo para la economía doméstica. Para cuando la terminal aérea entre en funcionamiento el beneficio para la región será aún mayor. 
 
Por lo pronto, es necesario que el aeropuerto La Nubia funcione de manera muy cercana a la normalidad. En ese sentido, es clave que desde la Aeronáutica Civil se le permita ser piloto en el proceso de retorno de los vuelos regionales y nacionales, luego de un cierre de casi 100 días por las medidas de restricción para quitarle velocidad a la pandemia de covid-19. Ya están listos los protocolos para reiniciar labores pronto y todo está dispuesto para que las operaciones aéreas se puedan dar con los criterios de bioseguridad que se requieren.