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Hasta el próximo lunes se desarrollará en Manizales el VIII Congreso de Aviturismo, en el que participarán cerca de 500 personas vinculadas al sector en la región y en varias regiones de Colombia. También contará, como cada año, con invitados internacionales, gracias al apoyo del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y Fontur. Los distintos eventos se realizan en el Centro de Convenciones Recinto del Pensamiento Jaime Restrepo Mejía, organizados por Cotelco Caldas, entidad que desde el 2009 lidera el impulso de este tipo de turismo en el departamento, con el objetivo de lograr cada vez una mayor ocupación hotelera y más constante a lo largo del año.

Es justo resaltar que durante este tiempo la región se ha venido consolidando como un destino en crecimiento en materia de turismo de naturaleza, en el que el avistamiento de aves ocupa un lugar especial. El trabajo coordinado con las demás entidades cuyas actividades giran alrededor de la llamada "industria sin chimeneas" viene demostrando que es posible posicionar a Caldas como el mejor lugar para observar a esta fauna, de la cual tenemos grandes riquezas. Se ha hecho bastante y son innegables los avances que se tienen, aunque también es verdad que podría hacerse mucho más para que la dinámica del aviturismo sea más fuerte y marque en realidad la diferencia al lado de las otras formas de turismo que se tienen.

Actualmente existen en Caldas 16 clubes de observación de aves en 13 municipios del departamento, lo que ha servido para atraer con mayor frecuencia a visitantes de otros países ávidos de conocer esta riqueza natural, y se puede afirmar que actualmente hay cerca de 80 embajadores del destino en todo el mundo, quienes han estado en Manizales y destacan en sus conferencias las aves que se pueden observar en Caldas, región que sobresale en la llamada Ruta de aviturismo de los Andes centrales de Colombia, que es un proyecto que actualmente lidera AuduBon y el Gobierno Nacional.

Lo que se requiere ahora es profundizar en la configuración de productos turísticos alrededor del avistamieto de aves, orientados a tener los alojamientos adecuados y demás servicios de calidad que enamoren a quienes nos visitan, para que tengan en sus planes futuros regresar con grupos de turistas internacionales más numerosos. No es gratuito que Manizales y sus alrededores sean considerados actualmente epicentro del aviturismo en el país, y hay que apuntar a que, de manera coordinada con Risaralda y Quindío, haya sinergias para aprovechar todo el potencial turístico de la región, de manera complementaria.

En nuestro departamento se tiene un reporte de 802 especies de pájaros, que nos convierten en una zona de alta densidad y variedad de esta fauna, que nos obligan a trabajar más por su cuidado y conservación, al mismo tiempo que se aprovecha su atractivo turístico. Así, la educación ambiental debe prosperar al lado del respaldo al emprendimiento turístico, con el fin de que el aviturismo en la región sea una actividad de largo aliento, con fuerte impacto positivo para las comunidades. Nuestra topografía agreste en distintos pisos térmicos es factor clave para que, literalmente, anide aquí esta riqueza, que representa cerca del 9% de las especies del mundo, donde hay reportes de 10.500 especies.

Quedan todavía muchas tareas en las que hay que concentrarse. Caldas debe contar con una sólida estrategia de sostenibilidad ambiental y económica que considere las aves como protagonistas esenciales. Además, la presencia creciente de turistas de todo el mundo nos obliga a tener avances más rápidos en bilingüismo, además de estándares internacionales en turismo de naturaleza, en los que todavía nos falta pulir detalles para mejorar la oferta.