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Hablar del suicidio es un gran tabú en nuestra sociedad. Informar acerca de esos casos de muertes violentas, según estudios, podría provocar que otras personas opten por tratar de reproducir conductas. Sin embargo, no hablar de una realidad tan cruda que afecta a tantas personas en nuestro alrededor también podría ser un error, más cuando pese a que se trate de mirar de reojo, los suicidios siguen sucediendo y no aparecen fórmulas para contener el fenómeno, el cual se da en mayor cantidad en jóvenes de 20 a 24 años.
 No podemos negar que, en nuestra región, este es un problema de vieja data. Las diferentes estadísticas muestran que su ocurrencia es demasiado frecuente entre nosotros. En un informe reciente de este diario se muestra que corresponde al 17% de las 176 muertes violentas que se tienen reportadas en Caldas durante lo que va del 2021, de acuerdo con Medicina Legal. Al comparar los primeros cuatro meses de este año con el mismo periodo del 2020, hay un incremento, al pasar de 27 a 30 casos; pero esto también demuestra que la situación viene grave de tiempo atrás. En el 2019 fueron 27 al cierre del primer semestre.
 ¿Qué hacer? Los expertos hablan de diversas estrategias para identificar potenciales suicidas y trabajar con ellos para ayudarles a valorar la vida, pero no es una tarea sencilla. Hay muchas personas con depresión por estas épocas, con estrés, alteraciones del sueño y otras manifestaciones complicadas, y no todas van a decidir quitarse la vida. Ojalá hubiera fórmulas más palpables para identificarlas y actuar con rapidez. Cada persona debería interiorizar la necesidad de actuar a tiempo cuando hay posibilidades reales de que esto ocurra.
 Si bien, según las cifras, la mayor parte de los casos ocurre en Manizales, lo que desde el punto de vista estadístico tiene coherencia, al ser el centro más poblado de la región, hay municipios caldenses donde habría que poner los ojos con mayor cuidado, ya que teniendo pocos habitantes el número de casos está por encima del promedio, tomando en cuenta la densidad poblacional. En estas situaciones los datos de un solo año no son suficientes para identificar tendencias, y habría que mirar con retrospectiva y empezar a actuar con mayor determinación en programas que apunten a la prevención.
 Una manera de intervenir y buscar el control de la situación es acudir a la línea 8932778, en la que la Dirección Territorial de Salud asesora a los usuarios y aporta los primeros auxilios psicológicos. Lo fundamental en esto es que cualquier persona que sienta que la situación la agobia y tenga todo el tiempo pensamientos negativos acerca de su vida, acuda de inmediato en busca de ayuda, ya que los especialistas en psicología, psiquiatría y trabajo social le podrán ayudar a pasar el trago amargo y ver la luz al final de túnel.

Los especialistas tienen claro que la emergencia sanitaria que comenzó desde marzo del año pasado ha llevado a muchas personas a dificultades de salud mental y alteraciones del ánimo, y que en coyunturas como la actual los temores, las ansiedades y toda clase de desequilibrios emocionales aparecen o se profundizan, por lo que es fundamental actuar rápido y no dejar que el agobio tome ventaja.