La estrategia de Bancolombia de bajar la tasa de interés efectiva anual de sus tarjetas de crédito tuvo un efecto dominó. Otros bancos del país adoptaron seguidamente la medida y dieron la buena noticia a sus tarjetahabientes, que venían ahorcados pagando tasas muy cercanas a las de usura y más bien habían decidido dejar guardados sus plásticos por los altos costos que estaba representando su uso, justo en medio del alto costo de vida.
1. Frente a la bajada de las tasas de interés, motu proprio de los bancos, ¿estaban “voladas” las tasas de usura?
2. ¿Se necesita regular la tasa de usura o es mejor dejar actuar solo al mercado?
3. ¿Por qué no todos los bancos bajaron las tasas para todas las compras y todas las tarjetas?