¿Es exagerada la Ley seca como medida para mitigar expansión del coronavirus?

1 La restricción de licor, específicamente en las calles, busca es disminuir las concentraciones de personas. Quienes se reúnen en lugares con menos de un metro de distancia tienen, lógicamente, mayores riesgos de contaminación, y eso es imposible controlarlo en un bar o cualquier otro sitio en el que se consuma licor. Como tal el licor no tiene impacto negativo sobre la infección por coronavirus, pero el ambiente en el que se consume es el que genera el riesgo. Con respecto a la venta en estanquillos uno no sabe cuál es el destino final del licor, si será un factor para aglomerar personas, porque si finalmente usted hace una fiesta en la casa no se estaría haciendo nada. Eso está por fuera de cualquier control de las autoridades.

2 El coronavirus está implicado en cualquier tipo de situaciones que no respeten un ambiente de prevención, en el que se permita que una persona estornude, tosa, o converse en presencia de la infección. La capacidad del virus como organismo infectante es muy alta. Cada persona contaminada puede expandir la enfermedad a tres o cuatro más, eso se expande de una manera exponencial. Esos cuatro que quedaron infectados repiten muy seguramente el mismo contagio. Así que una sola persona puede terminar contaminando a 200 o 300. Si uno suelta alguno de los eslabones de la cadena termina facilitando que avance el virus. Esta restricción es un aporte a los procesos de cerco epidemiológico y de disciplina social. Todos tenemos ser responsables con nosotros y el cuidado de los seres que amamos; es por el bien de un país y todo un pueblo.

3 Debe haber, como en todos los segmentos de la economía mundial, un impacto negativo, al dejarse de producir y vender, pero eso no solo sucede con el licor. Hay un gran sacrificio de superficies comerciales, aerolíneas, hoteles. Esta es una debacle mundial y como tal hay que comprenderla. Colombia está en el momento oportuno para neutralizarla.