Después de muchos remiendos al texto original presentado por el Gobierno, el proyecto de reforma política fue aprobado en la Comisión Primera de la Cámara, y pasó a plenaria. A la iniciativa le espera luego una difícil discusión en la Comisión Primera y en la plenaria del Senado, para luego ir a sanción presidencial. Por ahora quedó establecido que se mantiene la figura de los candidatos por firmas, quienes abundan en la actual campaña presidencial. Sin embargo, de manera peligrosa se redujeron los requisitos para crear movimientos políticos, lo que podría revivir los partidos de garaje que tanto mal hicieron en los 90. Hay gran incertidumbre sobre el resultado de dicha reforma.
1. ¿Deberían acabarse las candidaturas por firmas?
2. ¿Facilidad para crear movimientos políticos profundizaría crisis de partidos?
3. Saldrá algo bueno de la reforma política que se tramita en el Congreso?
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