En los últimos seis meses el peso colombiano se ha devaluado cerca de un 10% frente al dólar, más o menos de $4 mil a $4 mil 400. Así como hay un “descuento Petro”, también en los Estados Unidos la fortaleza del dólar tiene explicación: Trump. Sus políticas proteccionistas y tributarias son revaluacionistas. Desde junio, en plataformas de apuestas como RealClear Polling, Trump tomó la delantera, alcanzando un pico después del atentado que solo se frenó las dos semanas después del anuncio de Kamala. Los inversionistas apostaron a las consecuencias de la presidencia de Trump, desde que punteo en las encuestas se empezó a fortalecer el dólar.
Los mercados celebraron la designación de Scott Bessent en el Tesoro y Howard Lutnick en Comercio, ambos con hojas de vida admiradas, inspiran la confianza de voces tranquilas en el Gobierno. Cabe destacar que, en 2024, Bessent advirtió que el aumento de aranceles comerciales sería inflacionario y conduciría a “revaluar el dólar, lo que sería contraproducente para un renacer industrial”. Aunque este comentario lo podría hacer un estudiante de primer semestre de Economía, toma especial connotación cuando es pronunciado por el prospectivo secretario del Tesoro. Refuerza la teoría que la amenaza de incrementos arancelarios será utilizada, pero no de manera arbitraria, sino de manera táctica.
Durante estos seis meses, mientras el peso colombiano perdió 10% frente al dólar, el peso mexicano cayó un 18%. Aunque existe la posibilidad de que los EE.UU. imponga aranceles a México, parece más probable que Trump exija aumentar la cooperación en la lucha contra el narcotráfico, y especialmente en frenar la inmigración ilegal. Es difícil pensar que los EE.UU. puedan librar una guerra comercial contra China, abriendo un segundo flanco contra Canadá y México. Durante la presidencia anterior de Trump, la presión política sirvió para actualizar y mejorar el acuerdo comercial de Norte América. Después de la elección y nombramiento del gabinete, el peso mexicano lleva un mes estable.
En el contexto colombiano, durante la Administración Duque, Colombia cometió el mismo error de Petro, tomar partido en las elecciones de los EE.UU., perdimos margen de maniobra frente a Biden aunque eventualmente nos recuperamos. Esta vez será más difícil, la postura actual del Gobierno colombiano frente a Israel y su neutralidad frente a Rusia, agravan la situación. En el mejor escenario, Argentina podría reemplazar a Colombia como el aliado más cercano de los EE.UU. en América Latina, con los consecuentes recortes en cooperación e inversión. En un panorama más pesimista, la enemistad personal entre Petro y Trump podría involucrar a Colombia en la presión total que se impondrá sobre Venezuela.
El comportamiento del dólar refleja más la fortaleza de la economía estadounidense que una debilidad del peso colombiano. El proteccionismo impulsado por Trump, sin duda, tendrá un efecto de revaluación del dólar frente a todas las monedas. Además, se vuelve evidente que la tasa de impuestos del 21% de los EE.UU. tendrá 10 años más de vigencia. Digamos lo que digamos, el brillo de invertir en Colombia cada vez es menor, especialmente cuando el impuesto en los EE.UU. es menos de la mitad que el colombiano. Una dosis de libertad económica podría no solo fortalecer el peso, sino también impulsar el crecimiento del país.