Le publiqué al aranzacita Mario César Restrepo Hoyos su primer libro en diciembre del año pasado y escribí este prologo donde hablo del autor y de mi posición como editor, componentes básicos de un buen libro. Queda así la mesa servida a la espera del comensal que con su lectura convertirá ese papel impreso por una máquina, en algo vivo.
“Si se me pregunta acerca de mi criterio para publicar un libro en mi sello editorial contesto que la pregunta debe hacerse usando el plural, o sea que son criterios.
Para mi uno aspecto determinante es el autor, a una persona desagradable yo no le publico libros (Debo confesar que he vivido desilusiones y conflictos, que la persona clasificada como “buena” resultó inviable precisamente dos veces el año pasado). Ese lujo, demasiado greco latino, me lo puedo dar porque soy un editor de provincia que maneja su editorial como un asunto casero. Sé que los grandes me envidian por tener ellos que tratar con egos volátiles y bastante sufridos. Podemos partir del hecho que Mario César Restrepo es una buena persona. Lo conocí hace varias décadas cuando fue alcalde de su natal Aranzazu. Mi padre tenía un bello cultivo de manzanas en ese municipio, así que las relaciones con la autoridad local era uno de los oficios que se me encomendó.
Vamos con otro criterio: la originalidad de la mirada y el tema del libro. Este obstáculo Mario César también lo toma con facilidad. En los ensayos, más que crónicas, que Mario César publica se denota un ávido lector y un espíritu inquieto interesado en comprender temas que le apasionan. Las lecturas, o sea los autores que Restrepo prefiere y se identifica, son los autorizados por esta época tan anti histórica, pero el provecho que le saca a esos libros, traspiran una mirada diferente. ¿Es Mario César un autor netamente posmoderno? Yo respondería que no y anexaría un: Gracias a Dios. Me explico: él retoma el tema de los caballos, tema que apasiona al hombre desde el neolítico cuando estos bellos y útiles animales cayeron en las manos del ser humano. Con este tema y el trato que le da, el autor desciende en el tiempo, pero en la actitud ante la vida. A la vez Mario César Restrepo escribe sobre la sexualidad en términos que el mismo corrector de estilo me hizo sugerencias que rayaban con censura. Aquí se da gusto el autor y exhibe una experticia intelectual que denota un hombre que vive el siglo XXI con plenitud. Esa combinación, de ser original a pesar de exponerse a cierto bulling y saber ubicar en palabras su vida intelectual, me gusta y la valoro. Otro tema sobre el cual Restrepo Hoyos versa con facilidad, es el de la droga donde el jurisconsulto domina la teoría y el espíritu de la ley.
Otro criterio que me mueve a publicar es ver de dónde vienen estos escritos. “La Brecha” que Mario César y sus amigos vienen sostenido por ya 30 años es una publicación, la cual toma forma de revista y a veces se viste de tabloide. Estas publicaciones son de gran importancia porque le facilitan una voz a la provincia. La gente de la provincia debe expresarse, debe, por medio de la escritura, definir su entorno. Así que “La Brecha” viene ejerciendo una soberanía intelectual en el norte de Caldas, sosteniendo en alto los ideales de leer, de pensar y de escribir. ¿Cómo negarme a asombrarme con esa lucha que Mario César Restrepo viene ejerciendo? Con gusto concurro y le abro, de par en par, las puertas de mi casa editorial a este hombre que ya tiene un puesto en la literatura caldense.”