La salud es un derecho fundamental de todos los colombianos, debido a que garantiza el goce efectivo de la vida, siendo un servicio que según el artículo 49 de la Constitución es responsabilidad del Estado, quien debe establecer las políticas de prestación para las entidades públicas y privadas, de esta manera, en los municipios esta competencia es para las alcaldías y los hospitales.
El 52% del presupuesto de los municipios debe ser destinado a la salud, el cual se asigna a través del Sistema General de Participaciones- SGP, esta importante partida presupuestal, se encuentra dedicada al aseguramiento, permitiendo que la cobertura sea amplia y que todos podamos acceder a la atención médica. Por lo anterior, podemos afirmar que la salud en el país es de tipo solidaria, porque busca garantizar ese derecho universal soportado en dos modelos, el primero es el contributivo que hace que las personas y las empresas realicen el pago del servicio, cuando se estableció este modelo en el país, el 30% de la ciudadanía se encontraba en esta categoría, hoy es el 50%; el segundo modelo es el subsidiado, el cual se financia a través de dinero público y se entrega a las personas con mayor vulnerabilidad y que requieren la asistencia social.  
El modelo de salud colombiano es catalogado como equitativo, porque busca que quienes pueden pagar más lo hagan, aportando para quienes no tiene la capacidad económica, sin embargo, ha sido motivo de discusión y reflexión, la calidad del servicio, el cual, recientemente fue catalogado por el presidente Gustavo Petro como “uno de los peores del mundo”, situación que también ha generado posturas contrarias a la del jefe de Estado, pero el escenario en que coinciden los expertos es que se deben buscar mecanismos para fortalecer este bien esencial.
Es así que el gobierno nacional se encuentra estructurando la reforma a la salud, política pública que será presentada al Congreso en el año 2023 y que tiene dos objetivos fundamentales: 1. la dignificación de los trabajadores de la salud y 2. la superación de la intermediación financiera y administrativa del servicio, teniendo como eje fundamental la Atención Primaria en Salud- APS como centro del sistema y el fortalecimiento de los hospitales públicos.
Esta situación tendrá repercusiones directas sobre el departamento de Caldas, el cual viene avanzando en diferentes indicadores del sistema, pero que también presenta retos en la materia; nuestro territorio es pionero nacional en la estrategia Atención Primaria Social- APS, la cual tiene como factor diferenciador que opera no sólo desde aspectos relacionados con la salud, sino con una serie de elementos que brindan bienestar a las comunidades, en la totalidad de los municipios caldenses se opera esta política con resultados importantes.
Un aspecto que es de suma preocupación de alcaldes y pobladores de los municipios de sexta categoría, que somos el 88% del país, es el bajo ingreso económico de los hospitales, siendo en su mayoría de primer nivel, identificándose múltiples obstáculos por resolver y que, debido a la normatividad vigente, no permiten que se genere un adecuado flujo financiero. Sumado a que cuando se liquida alguna EPS, las deudas a los hospitales públicos no son saldadas, generando la agudización de la crisis institucional.
La reforma a la salud para beneficiar a los municipios de sexta categoría, deberá tener en cuenta lo siguiente:
1. Saneamiento de las cuentas de los hospitales, permitiendo el ingreso de los recursos financieros necesarios para su adecuada operación.
2. Generar incentivos para que el personal de la salud realice su actividad profesional, mejorando los indicadores de calidad en la atención.
3. Mejorar las transferencias que reciben los hospitales, haciendo que los servicios prestados se paguen por parte de las EPS con mayor oportunidad y que se elimine la excesiva tramitología.
4. Qué el Ministerio de Salud establezca una estrategia de dotación, mejoramiento tecnológico y adecuación de la infraestructura hospitalaria.
Esperamos que la construcción de la reforma a la salud sea una discusión amplia, con enfoque territorial y que incluya a gerentes de hospitales, alcaldes y comunidad, los cuales tendremos mucho que aportar, porque vivimos a diario la crisis del sistema, realizando grandes esfuerzos para garantizar que todos tengamos acceso a una salud digna y de calidad.