Si así piensas, así hablas, vas a sufrir con apegos dependientes que desnudan un amor propio bien precario: “Eres todo para mi”, “eres la razón de mi vida”, “sin ti ¿para qué vivo?”, “tu amor me tiene loc@”. “Eres el sentido de mi vida”, “ solo contigo soy feliz”, “sin ti no puedo vivir”, “me muero si te vas”. Así sufres.
Mira: ¿Por qué sufres? Porque todo es prestado, porque nadie ni nada es permanente y porque te amas muy poquito.
Ante un distanciamiento, una ruptura o la muerte, te sentirás abatido, sin ganas de seguir y sin sentido.
Entonces tomarás o no consciencia de que amar con apegos es un desvarío. Ojalá decidas amarte y cambiar.
Si no lo haces seguirás con apegos y sufrirás más porque eliges aprender con dolor y no con amor.
Amar no es aferrarse a alguien, el amor es libre y liberador. Un amor de apegos dependientes es un egoísmo disfrazado.
@gonzalogallog