Ya pisan la pelota jóvenes y veteranos en el Once Caldas, en la puesta a punto para el próximo torneo que empezará a mediados de julio.

Trabaja el cuerpo técnico con la misma nómina de la liga anterior, mirando con atención las divisiones menores, donde hay talento que requiere formación y madurez, a la espera de los retoques picantes en los fichajes que motiven a la afición.

Hasta ahora, nada hay.
Todo se "cocina" entre silencios y misterios premeditados, de las fuentes autorizadas con las bocas cerradas.

Como contraste, se hace experto el Once Caldas en el manejo de filtraciones, se esparce información malintencionada con fluidez desde las voces no oficiales, en forma de rumores o noticias mal fundadas, con impacto negativo para los hinchas que viven de ilusiones y desengaños.

Todo parece orquestado desde el interior del club, para originar un caos noticioso. "Divide y reinarás".

Lograron los técnicos motivar el vestuario, darle confianza a los juveniles, comprometer a los experimentados, desarticular las camarillas, pero no han podido neutralizar a quienes establecen los dominios en las sombras, en el juego perverso de lenguas y oídos chismosos.

Repasan videos de los "Messi" de turno, que con hojas de vida infladas manejan los empresarios. Currículos no comprobados que luego originan indemnizaciones, dañinas para las finanzas del club. Son pésimas inversiones.

"Tiran teléfono" los directivos buscando acomodar a futbolistas con contrato, que no figuran en los planes. Entre ellos Juan David Rodríguez y Gerardo Ortíz, con ausencia de mercado.
Dannovi Quiñones, es ahora el eje del conflicto. No entrena, argumenta una lesión que los exámenes de los médicos no encuentran.

Otra rebeldía del díscolo mediocentro, que derrocha energías en las canchas y protagoniza escándalos fuera de ellas. Un desobediente táctico sin respeto al entorno, un rebelde sin causa.

La urgencia para preparar el equipo obliga a la corrección de errores cometidos. No siempre se hace. Lo demuestran las sucesivas eliminaciones, sin autocrítica. Con el agravante de que la B acecha con el nerviosismo de los hinchas.

En próxima entrega, ¿qué hay detrás de esta crisis interminable del Once Caldas?