El único significado que tiene la palabra ‘sabia’, como femenino del adjetivo ‘sabio’ (del latín ‘sapidus-a-um’ – ‘sabroso, gustoso; juicioso, virtuoso’), es “persona que posee la sabiduría” o que “tiene profundos conocimientos de una materia, ciencia o arte”. No debe, por tanto, confundirse con ‘savia’, “líquido que circula por los vasos de las plantas pteridofitas y fanerógamas y del cual toman las células las sustancias que necesitan para su nutrición”. En los teclados convencionales, las letras ‘uve’ y ‘be’ están juntas, por lo que es fácil pulsar la primera por la segunda y viceversa. Esto quizás le sucedió al escritor y columnista Pedro Felipe Hoyos Körbel cuando escribió, en su artículo ‘De nuevo las Ferias del Libro’, lo siguiente: “…somos nosotros la sabia que alimenta el alma y el intelecto de la comarca…” (LA PATRIA, 19/10/2022). Sin duda, “somos nosotros la savia…”, aunque no me parece tan descabellado escribirla con ‘be’, pues viene del sustantivo latino ‘sapa-æ’ (‘vino cocido –hasta quedar reducido a la mitad o a las dos terceras partes–; arrope’). Entonces, ¿por qué la escribimos con uve? La respuesta la da Corominas: “Hubo de tomarse del catalán ‘saba’, o quizás más bien del francés ‘sève’, por conducto del gallego portugués ‘seiva’, ‘salvia’, que es también palabra de fecha moderna en este idioma, y debida a una adaptación de la voz francesa bajo la influencia del portugués ‘saiva’, ‘saliva’. Este complicado proceso migratorio explica la ‘i’ castellana, que de otro modo sería incomprensible”. Para este autor, el término fue registrado por primera vez entre los años 1765 y 1783. 
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Hay dos palabras en castellano parecidas, pero, al mismo tiempo, muy diferentes. Son ellas ‘extensión’ y ‘extinción’. La gran diferencia la hacen una vocal y una consonante, por lo que es muy difícil justificar su confusión, en la que cayó el doctor Flavio Restrepo Gómez en esta frase: “Las manos temblorosas de un fiscal de bolsillo, presentando el informe de los bienes incautados al narcotráfico, bajo extensión de dominio en la SAE…” (LA PATRIA, 20/10/2022). Con esta afirmación dijo lo contrario de lo que, creo, pretendió expresar, puesto que ‘extensión de dominio’ es la ampliación temporal de la posesión de bienes materiales o intelectuales, por ejemplo, de una mansión o de derechos de autor. En  cambio, la ‘extinción de dominio’, sanción adicional para castigar a los delincuentes condenados, no es otra cosa que la ‘expropiación’ de bienes materiales ilegalmente adquiridos. Es el cese de la posesión de esos bienes, decretado por la autoridad competente. Los dos términos son de origen latino: ‘extensión’, de ‘extensio-onis’ –escrito también ‘extentio-onis’–  (‘acción de extender, de difundir; difusión’); ‘extinción’, de ‘exstinctio-onis’ (‘extinción, aniquilación’). Y no menciono el desubicado gerundio ‘presentando’, que debió ser sustituido por ‘que presenta’. 
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‘Catarsis’, otra palabra fuera de lugar. La encontré en esta declaración del columnista Juan Álvaro Montoya: “Sin embargo, la negativa de suscribir nuevos contratos de exploración nos llevará a la catarsis total” (LA PATRIA, 20/10/2022). ¿Quiso quizá decir ‘catástrofe final’? Probablemente, porque eso es lo que le espera a este país con algunas decisiones y declaraciones del Gobierno actual. O el despeñadero. Entre los griegos, la ‘catarsis’ (del griego ‘katharsis’ –‘limpieza, purificación; expiación, sacrificio expiatorio’–*) era la “purificación ritual de personas o cosas afectadas de alguna impureza”. Para nosotros, el “efecto que causa la tragedia en el espectador al suscitar y purificar la compasión, el temor u horror y otras emociones”. También, la “purificación, liberación o transformación interior suscitados por una experiencia vital profunda”. Y la eliminación de cosas negativas perturbadoras. *En el latín clásico existía la palabra ‘catharticum’ (del griego ‘katharticós’ –‘expiable, que purifica’), ‘purgante’, ‘sustancia purgativa’. Después del clásico, el latín aceptó el sustantivo ‘catharsis’, del que proviene directamente nuestro vocablo. 
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Respondió el señor Félix Chica: “No sé hasta dónde el presidente Petro los vaya a tolerar, pero sí han habido varias salidas en falso del ministro Ocampo…” (LA PATRIA, Controversia, 19/10/2022).  ¿“Han habido”? ¡Uf!