Uno de mis clientes de neurocoaching que es un alto ejecutivo en una multinacional me decía “me estresa intentar relajarme, cuando tengo tiempo libre terminó ocupándolo en algo más”. Aunque te suene un poco extraño esta situación es más común de lo que te imaginas y te podría estar pasando a ti. Cuando tienes tiempo libre ¿qué haces? ¿logras desconectar de tu trabajo y relajarte tranquilamente leyendo un libro escuchando música o simplemente dejando que tu mente divague? ¿O te sientes inquieto por “perder el tiempo” y buscas una forma de hacer algo, tomas un libro que deberías leer, ordenas la casa y te sientes culpable por no ser productivo? ¿o crees que descansar es perder el tiempo y que te estas quedando atrás de otros?
¿Por qué a algunas personas les cuesta tanto relajarse? Existen una gran variedad de reacciones en nuestro cerebro que son las culpables de que entremos en el llamado stresslaxing, tipo de estrés que se siente cuando uno intenta relajarse, pero no puede, por el hecho de pensar que no está haciendo algo productivo, también conocido como fatiga por relajación.
¿Te ha pasado que te vas de vacaciones y te enfermas o que tienes un tiempo libre y tu cuerpo se siente sin energía? La paradoja reside en el hecho de que cuando por fin esperas tomar distancia del trabajo, recargar las pilas y disfrutar de la vida, te sientes aún más cansado, estresado y ansioso.
El cuerpo es perfecto y sabe que tiene que responder con todo su poder a las exigencias cotidianas ya sea un proyecto laboral, un familiar enfermo o un cierre importante, el cuerpo “aguanta” una vez pasa la tormenta y tienes tiempo libre ya no está la estructura de exigencia a la que estabas acostumbrado, baja el ritmo y con él cambian tus hormonas y neurotransmisores en el cuerpo y te toca adaptarte de nuevo, elegir dónde irás de vacaciones, que harás el fin de semana, que vas a comer, tienes que elegir la mejor opción para recuperar la energía y entras en lo impredecible, estás tú solo ante el vacío infinito de tiempo o esa tarde de domingo en la que no sabes que hacer y te da ansiedad.
Lo que para otras personas es motivo de emoción y alegría por el descanso, para quienes padecen stresslaxing, se convierten en una situación más de tensión que los hace sentir mal, porque están intentando responder a los estándares inalcanzables de la sociedad moderna en los cuales hay que ser del club de las cinco de la mañana, meditar como un lama tibetano, ejercitarte como un deportista de élite y tener el rendimiento laboral de Elon Musk, en ese ritmo frenético no hay tiempo para la calma y la relajación.
Aunque en los últimos años el fenómeno del stresslaxing se ha incrementado, no es algo nuevo. Hace décadas ya, la Asociación Estadounidense de Psicología calculó que, entre un 30% y 50% de la población padecía stresslaxing cuando intentaba relajarse y desconectar de un proyecto importante. Ahora el número de personas a las que afecta es mayor, propiciando un aumento de los problemas de ansiedad, agotamiento y problemas de sueño relacionados con este tipo de estrés.
Según los estudios y en mi experiencia acompañando empresas, la fatiga por relajación no afecta a todo el mundo por igual. Las personas que trabajan más de ocho horas al día, que están habituados al multitasking, no hacen pausas en medio de la jornada, tienen tendencia al perfeccionismo o mezclan su vida personal y el trabajo son más propensas a sufrirlo.
Formas de prevenir y contrarrestar el stresslaxing
No sigas alimentando la idea de que solo vale la pena ocupar el tiempo en aquello que resulta productivo, medible y cuantificable. Al contrario, lo importante es encontrar el equilibrio integral entre el ser y el hacer.
1.       Haz una pausa en tus actividades: Toma unos minutos durante el día para desconectar y relajarte. Esto puede incluir una caminata al aire libre, leer un libro o simplemente cerrar los ojos y respirar profundamente.
2.       La meditación y los ejercicios contemplativos no son para todos, si aun no te sientes con la suficiente atención sostenida para sentarte y cerrar tus ojos no pasa nada, puedes comenzar a entrenar tu cerebro mirando por la ventana, escuchando una canción relajante o estirando tu cuerpo. No te estreses por no ser capaz de relajarte al primer intento.
3.       Haz algo divertido, pintar, leer, cocinar, bailar, si te divierte te desconecta poco a poco.
Todo es un proceso y como tal salir de la fatiga por relajación también lo es si quieres conocer algunas pautas para reprogramar tu cerebro para la relajación no te pierdas el próximo episodio de mi podcast Mente Sana tips disponible en todas las plataformas digitales.