Después de derrotas consecutivas a manos de Obama, el partido Republicano hizo una autopsia electoral. Venían de perder el voto popular en las últimas cinco elecciones. Mientras envejecía el votante republicano, el partido de Reagan no conectaba con un joven más diverso votante. Tenían 34 de 50 gobernaciones, el pragmatismo y moderación de los gobernadores parecía el modelo a seguir. Un Conservatismo Social que le dio la victoria a Bush: buscando el voto Latino, fortaleciendo el femenino, y denunciando la desigualdad. Cuatro años después nada de esto ocurrió, todo lo contrario. Apareció Trump, rompió todas las reglas y ganó.
En la primera elección presidencial, George Washington fue candidato único, a pesar de intentos de convertirlo en rey de Estados Unidos. Este líder revolucionario declinó, aceptó solo una reelección y se retiró a su finca en Mt. Vernon. Emulando a Washington, ningún presidente buscó más de una re-elección hasta FDR que logró cuatro consecutivas. Después de su muerte, una reforma constitucional prohibió más de dos periodos. Técnicamente, Trump sigue vivo para el año 2024.
Por segunda vez fallaron las encuestas, ganó Biden, pero estuvo apretado. En las encuestas el demócrata ganaba Florida, Carolina del Norte, y Texas: no ocurrió. Su victoria nacional que decían era del 8% fue de 3%. Si 72 mil votos, solo el 0,04%, hubiesen votado diferente en Arizona, Pensilvania, y Georgia todo sería diferente. En el año 2016, 100 mil votos en Pensilvania, Wisconsin, y Michigan lo fueron. Sin el impacto económico de covid, Trump tenía posibilidad de ganar. La partitura de Trump demostró que tiene votos.
Ningún senador trumpista en un Estado vulnerable perdió. Lindsey Graham ganó por 16% a pesar de los US$100 millones que se donaron para derrotarlo. Inclusive Susan Collins ganó en Maine donde Biden salió victorioso. En la Cámara, los Republicanos han recuperado seis curules. Una victoria contundente de Biden, no solo tenía consecuencias electorales sino que comprometía el futuro Republicano. Los Republicanos que se parecían a Trump ganaron.
En EEUU los expresidentes no participan en la política del día a día. Más allá de atender la convención de sus partidos e ir a algunos eventos de campaña, la tradición ha sido de no participar. Es probable que Trump, no claudique y esté activo. Hoy el partido Republicano quedó hecho a su imagen. No solo el 93% de los Republicanos votaron por él, sino que el partido giró ideológicamente hacia él. Mitch McConell y Kevin McCarthy respaldan sus pretensiones de reconteo. La base está con él, lo más probable es que vuelva a aspirar.
Biden es amigo de Colombia, fue determinante para Plan Colombia. En el Congreso, fortalecer el apoyo presupuestal y el acuerdo de doble tributación están al alcance. La relación tiene que evolucionar más allá del dato de siembra de coca o nuestra utilidad para invadir Venezuela. Si Biden legaliza el cannabis, hay mucho para replantear.
A pesar del revuelo por nuestra supuesta intromisión en la política de EEUU, se nos olvida que el presidente de EEUU se metió en la política interna de Colombia. Inclusive atacando políticos colombianos para su beneficio electoral. Si Trump va a estar rodando y con chance de volver en cuatro años, tenemos que ser más sofisticados que nunca.
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