Aunque hablar de problemas cafeteros cuando los precios están históricamente altos no sea bien visto, pues las mieles del mercado se sobreponen a todo, no puedo dejar de plantear mi visión más allá de la coyuntura que explore alternativas cuando los mercados regresen a la normalidad de bajos precios. A propósito del último artículo, donde analizaba el fracaso de la subasta de cafés especiales de Caldas, recibí reflexiones de algunos cafeteros quienes me expresaron puntos de vista adicionales con respecto a la verdadera posibilidad que tiene el café de Colombia de ser protagonista en mercados de alto valor.
Los cafés de Colombia en los mercados de especialidad raramente alcanzan altas cotizaciones, lo cual está relacionado con las limitaciones que tienen las variedades resistentes a roya, desarrolladas por Cenicafé, (y detrás de las cuales hay un gran trabajo de investigación de décadas) desde el punto de vista sensorial, relacionadas con su herencia de robusta, que genera resistencia en los compradores y paga un precio. De variedad Castillo o Cenicafé 1 no es posible obtener gamas de sabores, olores y aromas con toda la diferenciación organoléptica que demanda la industria de especiales. No tenemos disponible diversidad genética, y por más procesos que hagamos en finca no es posible cambiar su constitución.
Lo paradójico es que Federación cuenta con un banco de germoplasma, de los más grandes del planeta, perteneciente a los cafeteros, que no pasa de ser una colección restringida, de donde han salido las variedades resistentes, pero no han beneficiado al país ante las nuevas tendencias del mercado. Los cafeteros no tenemos la posibilidad de elegir qué producir, y si queremos variedades de alto valor debemos recurrir al mercado negro de semillas. A los caficultores colombianos se nos impone qué variedad sembrar si queremos acceder a los beneficios por renovación. Toda la investigación genética institucional, que es ciencia, no se ha traducido en innovación y generación de valor, que es el sentido que debe tener, y que debe ser difundida democráticamente dentro de los productores quienes tienen la libertad de escoger qué sembrar y recibir asesoría para ello.
Todos los procesos de innovación en calidad en Colombia, enriqueciendo la oferta genética, deben apartarse de los direccionamientos de Federación si quieren competir fuerte con países de menor tradición pero que han desarrollado emprendimientos que se destacan en concursos y subastas internacionales. Llama la atención ver exfuncionarios de Cenicafé y Federación, montando empresa, dando asesorías en calidad basados en el conocimiento adquirido con sus investigaciones, que nunca llegó a los productores vía institucional; salen y hablan de mercados, de calidad, de nichos de alto precio, pero estando dentro son temas vedados.
Aparte de la genética se requiere asistencia técnica diferenciada para llevar el conocimiento a los agricultores sobre prácticas, nuevas tecnologías y procesos de poscosecha que potencialicen la calidad sensorial de la bebida. Nuestros extensionistas no son capacitados para la calidad, gran parte del tiempo laboral se va contando árboles renovados y llenando estadística, es un costo demasiado alto de personal calificado, pagado por los productores, para hacer trabajos operativos de bajo impacto en la generación de valor. Pareciera que lo importante es mantener el volumen y la contribución cafetera.
El discurso institucional de “más agronomía, más productividad, más calidad”, no pasa de ser un eslogan publicitario pues el mejoramiento de la calidad no es prioritario, y si se obtiene, no se reconoce con precio. Se requiere pensar distinto (cómo piensan los exfuncionarios) e implementar directrices que evolucionen con la dinámica del consumo y del mercado, que supere el adoctrinamiento, que hoy con altos precios nadie cuestiona, pero que no va a durar toda la vida.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015