Es común entre nosotros decir que "se está desgranando la mazorca" para hacer alusión a que algo que tiene unidad comienza a deshacerse, a caerse a pedazos, muy especialmente cuando es un grupo político que se divide, debilita y pierde el poder. No sé si este dicho exista en Venezuela, pero haciendo una paráfrasis del nuestro se podría decir que "se está desgranando la caraota" - el tipo de fríjol más popular y consumido en Venezuela. Tanto el maíz como el fríjol deben desgranarse antes de su uso.

Los pasados hechos de 30 de abril en Caracas, llamados Operación Libertad, son una muestra clara de las profundas grietas que tiene el régimen chavista y de que sin duda no resistirá mucho tiempo y la caraota se desgranará. La tentativa para deponer a Maduro parece haber contado en su etapa de preparación con la participación del presidente del Tribunal Supremo de Justicia Maikel Moreno y del Comandante de la Fuerza Armada Bolivariana Vladimir Padrino López. El golpe de Estado se frustró porque se filtró información que llegó al Gobierno, el cual dispuso regresar a Leopoldo López a la cárcel de Ramo Verde, y como López junto a Juan Guaidó estaban liderando el golpe, entonces lo planeado para el 1 de mayo lo ejecutaron el 30 de abril y se perdió la sincronía requerida en un movimiento así. También se ha dicho que tanto Moreno como Padrino pusieron como condición a última hora, cada uno por su lado, ser la cabeza del gobierno transitorio, lo cual no podía ser aceptado por la oposición. Al fracasar la jornada golpista, el gobierno de Estados Unidos, que tenía información al detalle sobre los preparativos de la jornada y que participaba del movimiento, decidió poner en evidencia a Padrino y otros funcionarios del gobierno de Maduro.

Lo que llama profundamente la atención es que Maduro no haya tomado medidas contra los supuestos traidores, quienes sin duda negaron cualquier participación en los hechos, y que Juan Guaidó no esté tras las rejas. En ningún país del mundo con una mínima salud institucional o unidad en el poder se permitiría que un parlamentario se declare presidente interino y manifieste su intención de derrocar al presidente en ejercicio y no le pase nada. Todo parece indicar que la tiranía está en decadencia.

Hasta ahora cerca de 1.000 miembros de la Fuerza Armada han abandonado los cuarteles y salido del país, lo que parece ser una tendencia que seguirá. Ya el régimen no cuenta con la fidelidad de todos sus soldados y tienen que traer militares cubanos para que pongan los ojos en los oficiales venezolanos. Para completar el panorama, China empieza a manifestar entre líneas que su interés es Venezuela y no necesariamente Maduro. Rusia por su parte, pareciera aflojar un poco su postura y estar negociando con Estados Unidos sus intereses en el vecino país. Una muestra del muy viejo dicho de que en cuestiones de relaciones internacionales no hay amigos sino intereses. Maduro está consciente de que puede llegar pronto su caída, pues ya tiene avanzadas en Cuba y República Dominicana, a donde podría aterrizar una vez salga del poder.

La permanencia de Maduro no depende de lealtades entre los suyos, pues la insostenibilidad del régimen, su fracaso e incapacidad para garantizar unos mínimos a la población son los factores que lo tumbarán. El deterioro del régimen chavista se evidencia con ejemplos incontrastables: el crecimiento exponencial de la inseguridad, la desnutrición, la falta de medicinas y los suicidios - estos últimos se han cuadruplicado en los últimos cinco años. Esto solo para empezar, sin hablar de la inflación más alta del mundo por encima del millón por ciento y la carencia total de productos para la vida diaria.

Hace poco el canal DW de Alemania presentó un informe sobre la pobreza en Venezuela. Entrevistó a dos mamás adolescentes de 14 y 16 años: una de ellas con una infección posparto para la cual no tiene acceso a ningún medicamento, la otra tiene a su hijo con sarna. El único sueño de las dos es poder migrar a Colombia y tener atención médica.

Es imposible que el régimen venezolano se sostenga. Pronto no habrá granos en la vaina del fríjol caraota.