Dos gentiles descendientes del inolvidable gobernador Ramón Marín Vargas acaban de dirigir sendas cartas a un par de columnistas del diario LA PATRIA sobre su muy ilustre antepasado.
Dice la primera misiva, firmada por Ricardo Marín Ocampo, uno de sus hijos, enviada al gramático Efraím Osorio López:
“Hola, amigo Efraím: haciendo acopio de los escasos datos suministrados por mi hermano Carlos Eduardo, y en ausencia de mi querido hermano Álvaro, quien tenía mejores y más ordenados datos, me limito a señalar en términos generales las secuencias de apertura y clausura que en distintas épocas tuvo “La Mañana”. En el año 1941, y como el liberalismo caldense carecía de un órgano de expresión política, mi padre, Ramón Marín Vargas, fundó el periódico con el apoyo de amigos, pero la adversidad los dispersó en su primera tentativa. La experiencia del primer fracaso, sin embargo, unió luego a otros amigos fieles en un segundo esfuerzo. Fueron ellos Alcides, Guillermo y Fabio Ocampo Avendaño, y Hugo Jaramillo. De nuevo, por motivos económicos y otros, como el nombramiento de mi padre en distintas posiciones públicas como secretario de gobierno, contralor y representante a la Cámara, hicieron de estas circunstancias que el periódico llegara a un límite hasta el cual no se arriesgan ni los hombres de negocios ni aun los más desenfrenados aventureros de la política. Entonces, finalmente, en el año de 1951 se clausuró. En total, fueron 2.841 ediciones.
Muchos años después, mi hermano Carlos Eduardo, en un esfuerzo final, quiso revivirlo el año 1971. Duró un año, editado por el diario “La Patria”, como un órgano de expresión liberal.
Afectísimo,
Ricardo Marín Ocampo”.
 
Ésta es la otra carta, dirigida al autor del Contraplano por Lucas Marín Aponte, nieto del doctor Marín Vargas:
 “Respetuoso saludo.
Don Orlando: La razón que motivó este mensaje, comienza con una conversación que tuve el viernes 30 de julio del presente año con mi tío Ricardo Marín Ocampo, donde me contó que usted está realizando un trabajo relacionado con el diario “La Mañana”, que fundó mi abuelo, el doctor Ramón Marín Vargas, en 1941, aspecto que me emocionó, en primer lugar, porque, aunque no tuve el gusto de conocerlo en persona, su nombre y publicaciones han hecho eco desde que yo era muy niño, en las históricas tertulias familiares. Y, en segundo lugar, porque, desde que era estudiante, mi interés por la historia regional me ha llevado a continuar la línea familiar de trabajar en el rescate del patrimonio familiar, desarrollando la tesis inédita titulada: “El pensamiento Político de Ramón Marín Vargas y su Incidencia en la Educación en el Gran Caldas”, con prólogo de Carlos Eduardo Marín Ocampo. Trabajo que inspiró una investigación de 4 años, materializada en el artículo titulado “10 Años de Periodismo Liberal en Tierra de Conservadores”, publicado en el año 2012 en la revista Impronta de la Academia Caldense de Historia, para sus 10 años, y donde presentamos un recorrido detallado por los senderos de este interesante diario, clausurado en 1951, presentado como un patrimonio para las nuevas y futuras generaciones.  En este orden de ideas, si es posible, desearía conocer el trabajo que usted se ha propuesto desarrollar, y aprovecho para compartirle el link de mi blog virtual en el diario La Patria, con el último artículo dedicado a la memoria de Álvaro Marín Ocampo. 
 
¡Gracias por su atención!      
Lucas Marín Aponte
Licenciado en Ciencias sociales
Universidad de Caldas”.
 
La apostilla: ¡Qué casualidad! Periclitaron en el pasado dos importantes diarios que llevaron nombres que tuvieron que ver, el uno, con el amanecer, La Mañana, de Manizales, y con la jornada vespertina, el otro, La Tarde, de Pereira.