La franca decadencia en la que ha entrado “la adorable familia de los delfines”, dinastía de la que solía hablar el ingenioso humorista Humberto Martínez Salcedo, en “La Tapa” y “El Corcho”, se refleja en la precaria participación que tiene este género (ya casi extinguido) de la política colombiana en la actual explosión de aspirantes a la sucesión del presidente Santos.
De los veintitantos precandidatos que pretenden llegar el 7 de agosto del 2018 al Palacio de Nariño, en hombros de las más inopinadas coaliciones, el único descendiente directo de un delfinato pura sangre es Germán Vargas Lleras, nieto del expresidente Carlos Lleras Restrepo.
Asimismo, en discrepantes escenarios, se mueven hoy dos nietos caucanos del expresidente Guillermo León Valencia: el saliente ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri Valencia, y la senadora Paloma Valencia Laserna.
Vamos a continuación con una rápida visión retrospectiva de los principales antecedentes del delfinario nacional del pasado:
Alfonso López Michelsen, hijo de su tocayo López Pumarejo, fue el primer presidente elegido en 1974 tras el desmonte frentenacionalista. Su hijo homónimo -fiel devoto de la alta burocracia estatal- no heredó la casta política de su padre, ni de su abuelo. La viuda de López Michelsen (doña Cecilia Caballero, a quien los vallenatos apodaron cariñosamente “La Niña Ceci”) cumplirá 104 años el próximo sábado 30 de septiembre.
Alberto Lleras Puga, hijo de su tocayo Lleras Camargo. Bailarín consumado y cantante aficionado, conquistó el corazón de la cantante Matilde Díaz. Desbarató el matrimonio de ella con Lucho Bermúdez. Grabaron a dúo la bella canción Noches de Cartagena, del inspirado compositor Jaime R. Echavarría.
Carlos Lleras de la Fuente, hijo de su tocayo Lleras Restrepo. No tuvo la garra política, ni el talento de su taita, pero le heredó lo cascarrabias. Fue miembro de la Asamblea Constituyente del 91 y director de El Espectador. Sus malquerientes creen que le faltó pelo pal’moño. En la política le ha ido mejor a su sobrino Vargas Lleras, quien de niño correteaba por oficinas y pasillos del Palacio de San Carlos cuando su abuelo era el tercer presidente del bipartidismo.
Andrés Pastrana Arango, hijo de Misael Pastrana Borrero, el último mandatario del Frente Nacional, fue presidente entre 1998 y 2002. Sus críticos lo han llamado “el hombre de la silla vacía” por su aparatoso fracaso pacificador del Caguán.
Álvaro Gómez Hurtado, el talentoso hijo de Laureano Gómez Castro. Falló en tres intentonas presidenciales. Vilmente asesinado por extremistas, en Bogotá.
Mariano Ospina Hernández (exsenador) hijo de su tocayo Mariano Ospina Pérez. Nunca despegó en forma como jefe político.
Julio César Turbay Quintero, hijo de su tocayo Turbay Ayala. Fue senador en tres legislaturas y en una representante a la Cámara. Además, Contralor General de la Nación.
Diego Betancur Álvarez, el único hijo varón del expresidente Belisario Betancur, no prosperó en el accionar político. Hizo la primaria, sin éxito, en el MOIR.
Luis Ignacio Valencia López, hijo de Guillermo León Valencia, fue representante a la Cámara y pare de contar.
María Eugenia Rojas de Moreno, hija del general Gustavo Rojas Pinilla, dirigió la Anapo. La corrupción llevó a sus hijos Samuel e Iván Moreno a la cárcel.
Gilberto Mauricio Alzate Ronga, hijo del caudillo conservador Gilberto Alzate Avendaño. No pelechó en la política caldense.
Juan Manuel Santos y Francisco Santos, sobrinos-nietos de Eduardo Santos Montejo, presidente el uno y vicepresidente el otro.
La apostilla: Se nos quedaban en el tintero tres delfincitos de ahora: Simón Gaviria Muñoz, hijo de César Gaviria Trujillo. Exdirector de Planeación Nacional y expresidente de la Cámara. Su papá sueña con verlo convertido en Presidente de Colombia. Tomás y Jerónimo Uribe Moreno, hijos del expresidente Álvaro Uribe Vélez, pintan más para empresarios que para políticos.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015