El Colombiano -el diario más antiguo de Antioquia- padece por estas calendas los coletazos de la temible pandemia china.
El matutino ha decidido abandonar sus espaciosas y confortables instalaciones a orillas de la quebrada “La Ayurá”, en el municipio de Envigado, y vendérselas a la cadena de almacenes “Éxito”. La cuantía de la operación de propiedad raíz se mantiene en la más absoluta reserva.
El cotidiano de origen conservador se mudará a un amplio predio rural de propiedad de la familia Gómez Martínez en “Sajonia”, aledaño al aeropuerto internacional “José María Córdova”, de Rionegro. Las obras de construcción de la nueva sede comenzarán lo más pronto posible. Los terrenos han sido siempre de los herederos del finado excanciller y exgobernador Fernando Gómez Martínez.
Ésta será la cuarta sede del periódico a lo largo de sus 108 años de historia. Antes funcionó en la calle Maracaibo, en la carrera Bolívar, y en Envigado, de donde se trasteará a Rionegro.
La monografía dice que “el periódico fue fundado el 6 de febrero de 1912 por el patricio conservador Francisco de Paula Pérez, con un capital de 300 pesos y con el objetivo de servir a la causa conservadora, mas no como un apoyo incondicional a los partidos políticos. La primera edición, ejecutada en una prensa Chandler, fue de 400 ejemplares. Cada ejemplar costaba tres centavos: era tamaño tabloide, de cuatro páginas”.
Ocupémonos ahora de la muerte del otro matutino de la ciudad de la eterna primavera:
El periodista Rodrigo Pareja Montoya registró así la desaparición de El Mundo, el otro diario de la capital antioqueña:
“Dolorosa noticia para el periodismo colombiano la constituyó esta semana la anunciada desaparición del periódico El Mundo, tras 41 años de excelente desempeño en el ámbito colombiano.
Luz María Tobón, su directora, hizo el triste anuncio luego de señalar que la parte económica, agravada por la crisis que trajo consigo la pandemia del coronavirus que azota a la humanidad, tuvo que ver mucho con la lamentable decisión. 
En medio de todo esto, la destacada periodista lanzó una advertencia, digna de tener en cuenta en el inmediato futuro. Esto planteó: “Un complejo cúmulo de circunstancias propiciadas en buena medida por la incursión del Internet, las redes sociales y los teléfonos inteligentes, generaron cambios radicales en las dinámicas y procesos de la comunicación, desplazando la atención de las audiencias a formatos gratuitos, más ligeros y llamativos”.
Crudo y certero análisis que compromete en el futuro la supervivencia de otras instituciones periodísticas.
De todos modos, desde estas líneas, un triste pero agradecido adiós al periódico El Mundo por lo que hizo y representó en el panorama periodístico colombiano en su fecunda, aunque corta existencia”.
La apostilla: En el matutino que ha desaparecido, hizo historia la página dominical de “Juan Paz”, que marcó un hito en el periodismo dedicado a los entremeses, bajo la orientación de su exjefe de redacción, Jairo León García Uribe.