Mario César Otálvaro
@macotal
5 puntos de 15 marcan déficit -equivalen al 33% en rendimiento- y eso lleva Once Caldas en el peor inicio de campaña desde que Hubert Bodhert lo dirige.
En 2018 hizo 12 unidades en 5 fechas del primer semestre, y 13 al siguiente, y en la liga pasada sumaba 8, recordando que fue un torneo para el olvido.
Contra Alianza Petrolera se cedieron 2 en casa que representan el segundo empate, con apenas una victoria -3-1 sobre Pasto- y sendas caídas ante Nacional y Millonarios. Es decir, Once Caldas no logra encajar nivel de juego con resultados, y cede terreno en la tabla con alarmantes vacíos estratégicos y raros movimientos desde el banco.
Bodhert es trabajador, posee liderazgo, el grupo lo respeta, y es buen motivador, pero en la cancha se nubla, y los asuntos tácticos son materia pendiente esta temporada. Sencillo, alegre, al técnico nacido en Cartagena se le agradece haber alejado al equipo del descenso, ponerlo en una final de copa Aguila, y recuperar la fe de la hinchada.
De allí a mirársele como un gran estratega hay diferencia, y por el contrario plantea dudas con sus decisiones, particularmente cuando de hacer variantes se trata. Le ha sucedido en las jornadas que van de liga, convirtiéndolas en un problema conceptual, de estudio, de análisis, inquietante en un profesional con su recorrido.
Contra Alianza excluyó -minuto 54- a Carbonero, único en cancha con dotes de armador, y lo relevó cuando crecía en producción tras un período en el que fue absorbido.
Se quedó sin ideas, volcado sobre el arco rival llenándose de atacantes sin quien les llevara la pelota, generando solo 2 opciones a pesar de tener la posesión.
Lo había puesto en práctica ante América con dividendos altos por la inexperiencia de los chicos al frente, que no ocurrió contra los experimentados que tuvo el equipo del Puerto.
No todos los partidos son iguales, cada uno ofrece su lectura, y se está fallando, lo que es grave porque está perdiendo intensidad al buscar soluciones para la puntada final.
Tener tanto delantero no significa mayor agresividad, pues al cubrir el ancho del terreno se favorece las referencias individuales, y a Rodríguez ya lo tenían bloqueado. Peras por peras, así regularmente son los cambios de Bodhert, rara vez inventa una mutación en su libreto, y el Once Caldas se torna predecible.
Con un agravante, volvió intocable a Kevin Londoño, y la ficha que siempre sale es el volante creativo, extraño en un cabeza de grupo que debe evitar ese tipo de preferencias.
Lo real es que Once Caldas peca por la juventud de sus hombres, tiene un enorme potencial para conducir con acierto sobre márgenes de tolerancia, apuntándole al blanco.
Sin tenerla fácil porque el miércoles jugará la primera final de este semestre, llamada así porque si América le da vuelta -está abajo 2-1- quedará eliminado de la Copa Águila. Y al sábado siguiente tendrá que medir fuerzas nada menos que con Tolima, lo que aprieta por supuesto la tranquilidad del técnico Bodhert, y el camino en la Liga.
La plantilla -como se dijo en un principio- es corta, con los ´pelaos’ se requiere paciencia para que estabilicen, y los riesgos aumentan con esa fea posición actual en la tabla.
P.D.: Nos quedamos sin Preolímpico porque es imposible cumplir los requisitos de Conmebol, y aunque somos del fútbol, entendemos perfectamente la importancia del estadio para los eventos de Feria. Llegó la hora de pensar en un escenario multipropósito para la ciudad.
Hasta la próxima...
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015