Mario César Otálvaro
@macotal
Un mes exactamente pasó desde que Once Caldas superó 3-1 al Unión Magdalena -29 de octubre- enviándolo de regreso a la divisional B del fútbol colombiano. Triunfo que de nada sirvió porque llegó eliminado a esa fecha, y que se recuerda como colofón de un año para el olvido, y por la rechifla incorporada de la tribuna.
30 días en los que aparte de la bondadosa ratificación a Bodhert, el castigo al grupo cumpliendo horario hasta el 10 de diciembre, y la salida de 6 jugadores, no hay más. Y me refiero particularmente a los refuerzos, que serán 5 de acuerdo con lo señalado por los dueños, en posiciones específicas, y de valor competitivo.
No hay siquiera rumores; o tienen bien reservadas las gestiones, o aún no se concretan, dejando claro que si los buscan de postín tendrán que invertir porque la calidad cuesta. El último en abandonar fue Diego Peralta, baja sensible porque se trata de un titular, sumándose a Nazarit, Harlin, Lizarazo, Salcedo y Darío Rodríguez.
Independiente de que la determinación parezca oportuna, a Peralta debe agradecérsele su aporte como profesional íntegro, honesto y rendidor. Se dice que la idea es traer un central por izquierda, que supondría el retorno a su puesto original -marcador por derecha- de Andrés Felipe Correa.
Suena Alexis Henríquez, veterano de mil batallas -quiere volver- sin que haya contactos oficiales, siendo una alternativa de liderazgo que caería de perlas a Sebastián Palma, Jorge Cardona y Junior Julio en sus procesos de desarrollo.
La partida de Harlin Suárez, inexplotado porque no era del gusto del entrenador, y la incertidumbre en el caso Serje, invitan igualmente a pensar en un volante de marca.
Bodhert reclama por un delantero con gol -fue su queja constante- que en opinión de quien escribe será necesario en la medida que Lemos o Ménder cambien de divisa.
De lo contrario, fortalecerlos a ambos representará capital a futuro para la institución, y solución a lo que evidentemente fue un problema, teniendo que revisar las formas. Es más, y entendiendo las urgencias por montar un activo en el mercado, aguantarlos mínimo 6 meses -bien trabajados- podría significar una lotería con premio gordo.
En el instante no son tan atractivos, el final de campaña con Once Caldas descalificado abarató su valor, y sigo creyendo que su potencial es enorme. Es complicado encontrar definidores, y carece de sentido repetir la experiencia de los Ibarguen, Salcedo y compañía. Para eso que prueben a Brayan Mera, el goleador de la Universidad de Manizales finalista del fútbol sala ¡qué crack!
Además por resolver la situación de Kevin Londoño, a quien por bien personal, de Bodhert, del equipo, y de la afición, deberían transferir, lo mismo que el caso de Javier Reina, cuyos empresarios quieren orientar hacia Argentina.
Se espera que el silencio no sea indiferencia, y que ciertamente se estén adelantando conversaciones con hechos para un despertar de 2020 con algo más que ilusiones.
P.D.: 11 años después de su última final, y pasados 6 meses de su lucha por salvar la categoría, América de Cali intentará a partir de hoy su estrella 14 en la liga colombiana. Lo hará frente a Junior que procurará su décimo logro, tercero consecutivo, cuarto con Julio Comesaña. Linda final para una temporada pobre en nivel, y sin resultados internacionales.
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