Mario César Otálvaro
@macotal
En una misma fecha -la quinta- se disputaron América-Medellín con VAR, y Nacional - Cali, y Junior-Once Caldas, sin ese recurso tecnológico.
Adrián Ramos marcó para los escarlatas en acción precedida por un fuera de lugar de Pisano, y luego de la revisión, el juez Edilson Ariza lo anuló. Correcto.
En el Atanasio, Wander Mosquera pitó como penalti un balón involuntario de Perea en el hombro, y luego compensó validando un gol ilícito de Vladimir Hernández.
Desaciertos consumados, igual que el de Dídier Moreno del Junior, infractor con su mano al cortar una pelota dentro del área, sin que Nicolás Rodríguez lo advirtiera.
Lo del error humano es cuento chino existiendo las herramientas para evitarlo, y Dimayor debe apurar ya la instalación del VAR, y en todos los juegos.
Otro tema preocupante es la pérdida deliberada de tiempo. Según OPTA -firma que hace seguimiento estadístico de la liga- hay partidos de solo 41 minutos efectivos.
Mediocridad auspiciada por simulaciones, marrullas, arqueros tramposos, y otra cantidad de vicios que afean el espectáculo, y retiran gente de los estadios.
Responsabilidad de técnicos apurados por los resultados, dirigentes que exigen a sabiendas de no tener con qué, árbitros que se dejan manipular, y futbolistas poco profesionales.
En los nacionales de ciclismo Egan Bernal sufrió una caída en la que se laceró hasta el alma, se levantó, tomó la cicla, siguió, y subió al podio por la medalla de plata.
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Sobre Once Caldas, 5 jornadas invictas con sabor agridulce -4 empates, 1 triunfo- porque no pierde, pero en casa no gana, y así no rinde. Que no quiere decir que no cuente, por el contrario siempre sonará a gesta sacar puntos del Metropolitano, y más si se logra con argumentación estratégica, como sucedió.
Bosquejo para sumar -no 3 propiamente- con la influencia de Bodhert que paró un 4-4-2 con aplicación táctica y orden, bloques cortos, intensidad, y desconexión del rival.
Respuesta acertada del arquero Gerardo Ortiz en su sorpresivo regreso, bueno lo de Julio, mejor lo de Correa, Gómez y Mosquera pasaron sin brillar, e interesante lo del uruguayo Galli, soportado por Guzmán, convertido en el hombre más importante.
Pero el fútbol tiene 2 fases, y la ofensiva sigue en deuda. Sin Ovelar, Once Caldas es un equipo chato, sin peso arriba, destacando la ausencia de un finalizador. El técnico habló de olvidar el análisis simplista de la escasa eficacia para enfocarse en labores específicas de perfiles, posicionamiento y pegada.
Mi conclusión es que es que Once Caldas tiene que jugar con un 9, y nada contra el jugador, pero en la titular sobra Kevin Londoño.
Su presencia obliga a inventar puestos. Carbonero y Rojas son extremos por derecha, y no los ponen porque la banda está ocupada por el autor de 3 goles en 5 torneos semestrales.
Sin gestionar soluciones es complicado, cayendo siempre en ese inofensivo e inoperante esquema que invita a pensar que no estando Ovelar, Ménder o Lemos deben ir al frente.
Demasiados caprichos, decisiones sostenidas en el tiempo sin efectos prácticos, y unos modelos sin garantías en un certamen que solo premia 4, y ya van cinco fechas.
Ah, y el rescate de Barranquilla tendrá un valor superlativo con la victoria sobre Patriotas - rival esta noche en Palogrande- penúltimo en la tabla con apenas 2 unidades.
Hasta la próxima...
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