Mario César Otálvaro
@macotal
Relampagueante albor de 2021 en Once Caldas con la salida intempestiva de Bodhert -daban como un hecho su continuidad- y el nombramiento a renglón seguido de Eduardo Lara.
Triunfó la sensatez; era ilógico sostener un proyecto sin resultados, con un técnico incompetente, y dado el malestar de la hinchada que -quiérase o no- debe respetarse.
Que es un negocio privado, sí; pero de valor para una sociedad que ha visto ganar a su equipo, lo ama, y que se resiste a verlo en manos extrañas, sin propósitos desde lo deportivo.
Más, cuando estos asumen la idea de llevar la contraria, sin medir el impacto de sus acciones, y que terminaron desmantelándolo sin ofrecer mayores alternativas.
En la madrugada del 1 de enero, Bodhert comunicó -sin renuncia porque la vigencia de su contrato había expirado en la víspera- que no seguía haciendo parte de Once Caldas.
Horas después, el club lo confirmó aduciendo motivos personales. Luego hubo versiones sobre supuestas amenazas que nunca existieron, y de las que hizo eco la prensa nacional.
Práctica lamentable en un país como el nuestro, en el que muchos cobardes tratan de justificar sus malos actos, o eludir la justicia, convirtiéndose en víctimas.
Bodhert se fue por animadversión general, y por sus campañas desastrosas, 3 ligas seguidas sin clasificar, 2 copas, suramericana, y liguilla de eliminados.
Bien ido, le falta en formación, capacitación y autocrítica, con una indiferencia absurda ante la realidad al pretender quedarse por encima de elementales normas de decoro.
Subsanado el lío, escogieron como sustituto a Eduardo Lara, ex seleccionador nacional y forjador de promesas, con flojos resultados en su tránsito por la rama profesional.
Sin duda, gran trabajador de divisiones menores; mensaje subliminal acerca de lo que se procura en el torneo próximo a comenzar.
Llega con recorrido y suficiente experiencia, que debe poner al servicio del equipo para que no se transforme en una especie del Maturana que vino desgastado, y nada aportó.
Es una linda oportunidad para aprovechar sin dilaciones contra el tiempo y las adversidades, y la primera en un club grande porque cuando estuvo con América era categoría B.
Importante hallar refuerzos -no los ‘pelaos’ que buscan chance- que sumados a la base que quedó, tendrán que asumir la responsabilidad de la campaña.
Será una excelente ocasión para jugadores que hace rato debieron despegar y se frenaron, caso Ménder, Lemos y Guzmán. Beneficiados también Alejandro García, Cubides, Castrillón, Suárez, Ferrín, y demás muchachos que seguramente van a tener un trato especial, y alguien que por fin les enseñe.
"A los técnicos los contratan por buenos, y los echan por malos" señala la jerga futbolera.
En suma, buenas noticias, ruego que la próxima sea la venta formal de Once Caldas, a lo que apuntan las últimas decisiones y que creo, cada día está más cerca.
P.D.: En el año del centenario de La Patria, completo 27 con esta columna. Un cuarto de siglo gracias a la confianza de sus directivos ¡qué orgullo! y un renovado feliz 2021 para todos.
Hasta la próxima...
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