Mario César Otálvaro
@macotal
Gestión, seguimiento de la Liga, y conocimiento del mercado, son factores fundamentales al intentar los refuerzos que quiere Once Caldas para la próxima temporada.
Luego del fracaso con Messiniti y Buschiazzo, la oferta extranjera no es opción, salvo que tengan pasado en Colombia, y las preferencias del técnico apuntan hacia un plantel nacional.
Mencionó 10 posiciones - elemental frente a la crudeza del momento- advirtiendo que el aceptable final de semestre no es garantía de nada, y que la construcción debe ser total.
Hasta de arquero se habla - absurdo contando con Ortiz y Escobar- en el entendido de que son muchas las necesidades de campo para desgastarse con lo que no requieren. Dos centrales, un lateral izquierdo, volantes de marca, de armado, y extremo, y atacantes con gol - se dice- fueron el pedido, lo que supone equipo completo, y no se equivoca Corredor.
De ellos, por lo menos la mitad de categoría, con presente, que hayan competido en clubes que peleen algo y sepan lo que es ganar. De ahí saldría la famosa columna vertebral.
Los jóvenes que cerraron campaña son complemento; al grupo hay que inyectarle jerarquía, peso técnico, contenido, y figuras, y me refiero a aquellos capaces de sostener la idea de juego.
Un líder en la zaga, un creativo, y un goleador serían el inicio atinando al escoger, no llenándose de desechos, ni buscándolos en los eliminados de siempre.
A falta de datos oficiales muchas son las especulaciones - poco atractivas por cierto- cuando es menester acertar para romper tanta monotonía y ese estado de inercia improductiva.
Establecer, en dónde están, corresponde al entrenador, que no debe conformarse por más limitantes que le pongan, y llamado a despejar el panorama respecto a lo que pretende.
Negociar con los débiles es fácil, la clave está en llegar hasta los poderosos, basta con mirar al Tolima campeón - y de nuevo enrutado - para comprender que tiene material disponible.
Guillermo Celis, Ómar Albornoz, Yohandry Orozco, Gustavo Ramírez - por citar solo unos - ni siquiera son titulares, el lío es Gabriel Camargo, y ahí urge un buen negociante.
Ideal, mirar al Cali, Junior, Nacional o Medellín, no al Huila, Tuluá, Pasto o Patriotas, a donde regularmente apuntan creyendo que lo importante es el número de vinculaciones.
Dentro de los rumores aparecen - en una lista como de 25 - Leonardo Castro, del Medellín, a quien no quiere la tribuna y es suplente, Jhonnier Viveros, de intrascendente paso por acá, y
Hárold Rivera, volante del colero y descendido Huila.
Si ese va a ser el tenor de las contrataciones, apague y vámonos, o acaso creen que con el sobrado de los demás se van a recuperar. Por Dios, mentalidad, ambición y arrojo.
Calidad ante todo, futbolistas que se salgan del molde, que den ese plus, y que significativamente reporten incremento en el rendimiento, lo contrario es retomar los caminos andados con Bodhert y Lara, de fracaso absoluto en el montaje de la banda.
Labor dispendiosa, clave, que exige relaciones, buen ojo, sensatez, intuición y atrevimiento, esos mismos elementos que han escaseado, y que justifican el pobre desempeño reciente.
P.D.: Aunque son tratos comerciales, y el mejor postor gana, a la Industria Licorera de Caldas no se le puede ignorar olímpicamente porque haya otras alternativas publicitarias. Merece consideración especial. Esto ante el interés de los dirigentes paisas dueños del Once Caldas de acercar a la Fábrica de Licores de Antioquia.
Hasta la próxima...
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