Mario César Otálvaro

@macotal

A falta de 4 fechas para concluir la fase regular, la disputa de las 8 plazas se redujo a 9 equipos, y pareciera que ese último cupo será lucha directa entre Equidad y Once Caldas.

Los de arriba marchan sólidos, y me atrevo inclusive a pensar que entre Tolima y Cali está el candidato al título, particularmente porque tienen idea de juego, y nómina.

En un segundo escalón, Nacional que nunca se descarta a pesar de sus tambaleos, y América que encontró identidad con Cruz Real, y que cuenta con Duván Vergara.

Junior tiene plantilla, discretamente gestionada, Santa fe se queda corto en ese sentido con un Harold Rivera inspirado, y Pasto es un colectivo bien administrado.

Total, Once Caldas fiel a su estilo en la época Bodhert, está ahí peleando el octavo puesto, y sería una vergüenza que no entrara, aunque Equidad es más en asuntos estratégicos. Además ayuda poco el calendario porque después del Medellín -rival el domingo- se vendrán los líderes, que por supuesto representan un escollo mayor.

Se desaprovechó una magnífica ocasión al solo sumar 7 unidades de 18 frente a los coleros, y el cierre va a estar lleno de tensión, adrenalina, presión y sufrimiento. Con el agravante de que Bodhert nunca ganó un partido clave, y tendrá que enfrentar a Cali en Palogrande, y a Pasto y Tolima por fuera, con la obligación de los puntos.

Nada fácil, y será necesario acudir al talante, la entrega y el aporte de los jugadores si se quiere evitar la frustración de 2019 cuando pasó en blanco ambos semestres.

Y hablo de los futbolistas porque no veo a Once Caldas encontrando un patrón de rendimiento basado en su argumentación táctica, porque no existe.

Las deficiencias del técnico Bodhert son manifiestas, juega siempre al mismo ritmo lento y predecible, y sus planteamientos se amarran a las respuestas individuales.

Es increíble que cuando en el fútbol colombiano se trata el bajo nivel, y se buscan razones del descalabro en copa, un club como Once Caldas no tenga un claro posicionamiento.

Es el único equipo con 5 semestres de continuidad en el banco, hecho que debería marcar diferencia como sucede con Miguel Angel Ramírez en Independiente del Valle y Pablo Reppeto en liga de Quito, protagonistas con Ecuador en eventos internacionales. Aquí, las dudas e improvisaciones en la conformación del onceno titular, y la mínima lectura de los contrarios, hacen que Once Caldas sea repetitivo en la propuesta, sin sorpresas.

Una lástima, pero lo que podría aplaudirse entendiéndolo como proceso, no arroja dividendos desde ningún punto de vista creando la sensación de demasiado tiempo perdido. Avanzar a segunda ronda es la meta, como sea, sin licencias, y si no fue contra los chicos, pues a caminar ante los grandes pero no más medias tintas, ni mediocridad.

Una tarea aparentemente sencilla tras las victorias sobre Millonarios y Nacional, convertida en labor titánica porque no hubo jerarquía, poniendo a Bodhert muy cerca del abismo. Además este miércoles tendrá que remontar en Palogrande el 3-0 frente a la sub-20 de Envigado, que también pareciera imposible porque jamás ganó por una diferencia tal.

Hasta la próxima...