Empiezo por revisar la diferencia que, según la Real Academia Española -RAE-, hay entre información, conocimiento y conciencia. Información se relaciona con enterar o dar noticia de algo; conocimiento se asocia con entender, advertir, saber; conciencia tiene distintos significados, entre ellos el conocimiento claro y reflexivo de la realidad. Considero que las instituciones y medios de la región están haciendo una buena tarea informativa sobre la imagen y propuestas de los candidatos a cargos de elección popular en las próximas elecciones. Esta información es útil para que, cada persona si lo desea, pueda tener un mayor conocimiento sobre temas clave que impactan el desarrollo del territorio. Sin embargo, para tomar conciencia, es necesario hacer un alto y reflexionar sobre el impacto que podrían tener en la problemática actual, y especialmente, de cara al futuro que soñamos y necesitamos como personas, familias y comunidad. 
Tomar conciencia no es algo que otros puedan hacer por nosotros; es un ejercicio personal que implica parar y escuchar más allá de las palabras y de lo que dicen los demás; es abrir la mente y el corazón para reconocer lo que pasa en nuestro interior; hacer silencio para escuchar nuestra esencia, lo que de verdad nos importa, lo que le da sentido a nuestra vida. Es en este espacio donde podremos encontrar mayor claridad para tomar decisiones coherentes con lo que es importante para nosotros y los que nos rodean.
El neurólogo, psiquiatra y filósofo austríaco, Viktor Frankl, hablaba de un grito colectivo en favor del sentido en la sociedad, que surge de una combinación entre depresión, agresión y adicción, donde cada vez se hace más relevante la pregunta ¿Para qué vivimos? Que también podríamos plantear como ¿Para qué corremos tanto? ¿Para qué hacemos tantas cosas que no aportan satisfacción a nuestra vida? Frankl lo llama voluntad de sentido, que surge del interior de cada uno; tan importante para las personas, como para las empresas y la sociedad. Este parece ser un buen momento para preguntarse por el sentido en la sociedad.
Los fundadores del Instituto Global del Sentido, Alex Pattakos y Elaine Dundon, proponen una fórmula para hallar el sentido en diferentes ámbitos de la vida, que se resume en la sigla OPA; conectar significativamente con los Otros, comprometerse con un Propósito profundo y abrazar la vida con Actitud. En una sociedad donde la mayoría están afanados por lograr sus propias metas, obtener beneficios económicos y alcanzar reconocimiento personal, parece difícil tener relaciones significativas en las que se pueda reconocer, interactuar y construir con otros, que piensan y viven de manera distinta. Lo que ayudaría a construir relaciones verdaderas, sería pasar la barrera de las apariencias para entender que, sin importar las diferencias, hay cosas que nos conectan como seres humanos y nos permiten construir juntos.
No solo las personas necesitamos un propósito mayor que nos inspire, también lo necesitan las organizaciones, y por supuesto la comunidad. Esto implica que los gobiernos también deberían tener un propósito superior, más allá de los resultados en una administración. Los buenos líderes, según Pattakos y Dundon, están abiertos a otros en un diálogo auténtico que invita a construir una visión colectiva, promueven la búsqueda del bien común, recogen las opiniones diversas en cambio de criticarlas, inspiran a las personas para desarrollar su potencial y contribuir a que la sociedad entera desarrolle el suyo.
Algunos luchamos cada día con el estrés en diferentes ámbitos de la vida, tenemos personas cercanas con dificultades, escuchamos y leemos noticias que hablan de incertidumbre, polarización y violencia, lo que al final se traduce en angustia, depresión y cada vez más estrés. Romper este círculo es cuestión de actitud, podemos ver lo malo que está sucediendo y también tener un propósito profundo que permita mirar lo que sí funciona para encontrar posibilidades hacia el futuro. A veces pedimos a los gobernantes cosas que nosotros no estamos dispuestos a hacer, tener buenos gobernantes empieza por cada uno de nosotros ¿Cómo aporto con mis acciones diarias a mejorar la vida de otros? ¿Cuál es ese propósito mayor que le da sentido a mi vida? ¿Cuál es la actitud con la cual inspiro a otros?