Desde niña he sentido fascinación por los cuentos, tal vez porque es uno de los recuerdos más bellos que tengo de mi padre cuando me los leía para dormir. Amo los cuentos porque son una forma amable y divertida de dar mensajes poderosos, aún sobre temas difíciles. El psicoterapeuta Jorge Bucay relata una historia de un hombre que había viajado mucho, a países reales e imaginarios. En uno de sus recorridos se encontró una casa enorme dividida en dos alas: la de oriente y la de occidente; en la puerta había un letrero: ‘País de las cucharas largas’. La casa tenía dos habitaciones, la negra a la derecha y la blanca a la izquierda. El hombregiró a la derecha, pero antes de entrar escuchó muchos ‘ayes’ y gritos de dolor; al entrar se encontró con una mesa enorme llena de manjares en el centrocon cientos de personasalrededor,cada uno con una cuchara; sin embargo,no podían alcanzar la comida y moríande hambre.
La razón era que las cucharas tenían el doble de largo de sus brazos y estaban adheridas a sus manos, por lo que no podíandoblarel brazo para llevar la comida a la boca. El viajero salió huyendopara ir a la habitación blanca. Al abrir la puerta observó la misma mesa grande llena de manjares en el centro, con cientos de personas con la cuchara larga pegada a sus manos, solo que nadie moría de hambre ni se lamentaba, porque todos …Se daban de comer unos a otros.
Tal vez el cuento de Bucay no solo es ficción, según el Informe de Desigualdad Global 2022 (Laboratorio Mu dial de la Desigualdad, 2021), el 10% más rico de la población recibe el 52% del ingreso mundial, mientras que la mitad más pobre gana el 8.5%. Desigualdad que es más pronunciada en términos de riqueza, dado quela mitad más pobre de la población mundial apenas tiene el 2% del total de la riqueza, y el 10% más rico es dueño del 76% de toda la riqueza del mundo. Mientras que la pandemia llevó a unos 100 millones de personas a la pobreza extrema, elevando la cifra a 711 millones de personas, los multimillonarios de todo el mundoexperimentaron el mayor aumento en sus niveles de riqueza desde 1995. Desigualdades que ya existían, pero se hicieron más vis bles y dramáticas por cuenta de la Covid-19.
Las principales conclusiones del Informe de Desigualdad Global se pueden resumir en cinco puntos:
1. Las diferencias de riqueza e ingresos a nivel mundial son enormes;
2. Los ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres;
3. Las brechas en términos de riqueza son muy diferentes en las distintas regiones. América Latina tiene la mayor brecha entre el 10% más rico que controla el 77% de la riqueza, y el 50% de los más pobres que apenas alcanzanel 1% de la riqueza; mientras que, Europa con sus generosos programas púbicos en educación, salud y cultura, tiene las brechas más bajas endesigualdad;
4. Si bien la brecha de ingresos entre países se ha reducido un poco, sigue siendo alta. Reducción que se explica por un aumento más rápido de ingresosen los últimos años,en países como China, India y Brasil vs Europay Estados Unidos;
5. Los ingresos de las mujeres siguen siendo inferiores a los de los hombres; la participación de las mujeresen los ingresos totales del trabajo estáen el 35%, entre 2015 y 2020. Según el Informe, se necesitaría más de un siglo para que los ingresos de las mujeres y hombres estén al mismo nivel.
Frente a esta situación podemos quedarnos como los comensales de la habitación negra, cada uno tratando de hacer lo que pueda con su cuchara larga sin lograr solucionar el problema, viviendo en el sufrimiento y la queja; o podemos, como los comensales de la habitación blanca,reconocer que debemos construir juntos las soluciones. Este esun reto monumental que empieza por fomentar una cultura de empatía y solidaridad; dejando de buscar responsables afuera para mirarnos a nosotros mismos. La transformación y el liderazgo colectivo tan necesarios, empiezan por cada uno de nosotros. Quieres vivir en el país de los ‘ayes’o en el país de los que se alimentan mutuamente; cada uno elige y lo que obtengamos será el resultado de nuestras decisiones y acciones.