El desarrollo económico de un territorio es el resultado de la sumatoria de diferentes factores, los cuales se interrelacionan para beneficiar a la sociedad. Un aspecto protagonista en la prosperidad de las regiones es la infraestructura vial, la cual presenta una estrecha relación con la competitividad y el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades, debido a que permite el tránsito de mercancías y cosechas dinamizando el comercio, incentivando la llegada de turistas y generando el intercambio entre sectores y localidades, lo cual garantiza el crecimiento del empleo y la implementación de nuevas inversiones en proyectos estratégicos.
Caldas presenta una privilegiada ubicación geográfica, entregándole unas ventajas comparativas con respecto a otras regiones de Colombia, esta situación requiere de estrategias de iniciativa pública y privada como un Plan Vial Departamental que permita otorgar un mayor impulso a las conexiones intermunicipales y a las vías terciarias, estableciendo la apertura de mercados y haciendo que las localidades del departamento se conecten con el país y el mundo.
La puesta en marcha del Túnel de La Tesalia, el más largo del Eje Cafetero con casi 3,5km, se configura en una oportunidad en la generación del desarrollo territorial. Siendo necesario potencializar las economías de las localidades impactadas con la creación de nuevos negocios y el ofrecimiento de servicios a partir de la utilización de esta megaobra.
La conectividad del departamento con el resto del país debe ser una prioridad gubernamental y empresarial, pues apostarles a las vías es incentivar la productividad, el desarrollo social y la sostenibilidad ambiental. El reto, entonces, consiste en generar las alternativas necesarias para que Aguadas, Pácora, Salamina, Filadelfia y La Merced puedan conectarse con las obras de Pacífico Tres, además que, los municipios que no se encuentran beneficiados por las vías de cuarta generación directamente, puedan establecer conexión con estos importantes proyectos, para garantizar el cierre de brechas territoriales.
La reciente conformación de la RAP -  Región Administrativa de Planificación- del Agua y la Montaña, permitirá la construcción de las vías priorizadas que conectan a Caldas con Antioquia, como son: Supía-Caramanta, Riosucio-Jardín, y La Dorada-Sonsón, siendo necesario incluir la vía que comunica a Aguadas con La Pintada, generando un alto impacto en la competitividad del norte caldense. El llamado es a que se avance en lo pactado entre ambas Gobernaciones y el Gobierno Nacional, obteniendo victorias tempranas que le entreguen confianza a la ciudadanía.
De igual manera, se deben estructurar proyectos para modernizar las vías que hacen parte de los municipios que conforman el Oriente de Caldas, acercar a estas localidades a centros de comercio permitirá saldar una deuda histórica con esta región, la cual puede proyectarse cómo un territorio que tiene mucho por ofrecer.
La consolidación del Plan Vial de Caldas requiere de la elaboración de estudios y diseños para elevar estas estrategias a fase tres, para que con la gestión de la Gobernación y las alcaldías, se pueda alcanzar la financiación, construcción y materialización.
No podemos olvidar que la interconexión caldense debe ser incluyente con las comunidades campesinas que solicitan una mayor atención en las vías rurales, necesidad que requiere ser atendida por la Gobernación en los tramos que establece la Ordenanza 230 de 1997; conectar las veredas a los mercados garantizará el acceso al desarrollo de los habitantes del campo.
El Plan Vial de Caldas debe ser visionario, acorde con las actuales dinámicas nacionales e internacionales, con la premisa que cada uno de los municipios requiere proyectar su economía a partir de sus propias dinámicas y hacer de Caldas un territorio con vocación global.