El 25% de la población caldense es campesina, siendo la ruralidad protagonista en la sociedad y economía de Caldas. El agro es un sector que dinamiza los principales indicadores de desarrollo, siendo en algunas localidades una de las principales fuentes de ingresos, constituyéndose en un instrumento generador de empleo en los municipios de Caldas, situación que genera que en el departamento se configure una Cultura Campesina.
El principal reto en el fortalecimiento del desarrollo rural es el cierre de brechas entre lo urbano y el campo, siendo las vías un factor dinamizador del bienestar y progreso de este importante segmento poblacional, debido a que permite el acceso a los servicios necesarios para mejorar las condiciones de vida, además de facilitar la circulación de mercancías que generan el fortalecimiento de la economía.
Las vías rurales de Caldas presentan importantes retos, debido al deterioro de la malla, las condiciones topográficas y la afectación por fenómenos naturales como lluvias que generan derrumbes o taponamientos, lo que hace que en muchas ocasiones los habitantes del campo queden incomunicados, acrecentando su vulnerabilidad y estableciéndose una mayor inequidad en la zona rural. En nuestro departamento se evidencia acceso restringido a algunos sectores veredales debido a la precariedad de las vías, esta situación se constituye en un factor común en buena parte de los municipios caldenses.
Diariamente dialogo con campesinos, conozco de primera mano sus necesidades, pero también sus propuestas para fortalecer las condiciones de la ruralidad, siendo el mejoramiento de las vías la solicitud más sentida de esta población, constituyéndose en el principal instrumento para que accedan al desarrollo.
La responsabilidad del mantenimiento de las vías está divida en tres: 1. Nación, 2. Departamento 3. Municipio. En la mayoría de los territorios la competencia de las vías rurales es de la Gobernación, enmarcado en la Ordenanza 230 de 1997 que señala tramo a tramo los caminos que deben ser intervenidos por la autoridad departamental, las cuales, mayoritariamente tienen una alta circulación e importancia para la comunicación veredal. Esta situación hace que las Alcaldías y la Gobernación estén en constante coordinación, debido a que las comunidades requieren de respuestas inmediatas ante las problemáticas que se presentan en las vías requiriendo la identificación de sitios críticos, realizar obras de estabilización, solución en placa huella, entre otros.
Como alcalde, muchas ocasiones el sentimiento es de impotencia, por no poder entregar las soluciones que las comunidades campesinas reclaman en cuanto al mejoramiento de las vías rurales, buscando constantemente que desde el nivel departamental asuman el mantenimiento de las vías que son de su responsabilidad, para que las comunidades transiten los enfermos, los niños puedan asistir a las escuelas, los campesinos se desplacen a sus trabajos y logren abastecer de alimentos a las ciudades.
Es necesario para mejorar las vías rurales que: 1. La Gobernación fortalezca el programa de infraestructura vial. 2. Qué las Alcaldías identifiquen las necesidades en vías y puedan generar respuestas tempranas ante las contingencias. 3. Generar la habilitación de canteras y lugares que pueden proveer material para el mantenimiento de las vías rurales, esta situación requiere de manera urgente una solución estructural. 4. Involucrar las empresas que se benefician de las vías para que participen en el mantenimiento de la malla vial, dado que su actividad propicia su deterioro. 5. Dinamizar la participación de las comunidades en el cuidado y reparación de las vías rurales a través del trabajo en equipo, además de establecer pedagogías para evitar prácticas nocivas que generan en el corto plazo afectaciones.
Caldas es un territorio ampliamente rural, pero con una gran deuda en las vías rurales, situación que debe constituirse en una gran apuesta para hacer del campo el polo de desarrollo departamental a través de la atención articulada de las vías.