La inflación por fuera de la meta del Banco de la República. Las alarmas se prenden, los mecanismos monetarios que administra su Junta Directiva los pusieron en marcha luego de un largo período de tasas de interés bajas. Decidieron utilizar una de las mayores que tienen para contener la inflación a la fuerza: Elevando el costo del dinero, en medio de una reactivación que todos esperamos consolidar, nos aprietan el cinturón vía tasas de interés. En efecto, en el último informe del DANE la inflación año corrido (enero-septiembre) marcaba 4,33%; y para el año completo (últimos doce meses) 4,51%. Conclusión, salida de la meta del 3%. Y la tasa de intervención del Banco Central aumentó en 25 puntos básicos.
Al analizar el boletín del DANE se observa que en el año corrido el componente de la canasta familiar que aumentó fuertemente fueron los alimentos y bebidas no alcohólicas, el 12,21%, seguido, obviamente por restaurantes que marcó el 6%. De resto todos los componentes de la canasta oscilan entre 3,78 y 1,10% con excepción de comunicación e información que están negativas: -5,76% (se hicieron más baratos).
Estamos pagando las consecuencias de un Ministerio de Agricultura que ha tenido un manejo corrupto, ineficiente y politiquero por décadas. Las condenas por la administración del Agro-Ingreso-Seguro se llevaron hasta ministro; el manejo de muchos de los subsidios es cooptado por algunos gremios; el campesino queda huérfano. Siendo Colombia una potencia agrícola por los campos, hemos dado la espalda al campo y la competitividad es muy baja o inexistente. En un mundo de TLC, en un mundo globalizado, estamos pagando los costos de nuestra mala política y la muy mejorable implementación de los auxilios para el campo. Mientras seguimos soñando en vender nuestros productos al exterior, con algunas victorias que hay que reconocer en el campo de las exportaciones, lo que estamos experimentando es un alud de importaciones de alimentos. El año anterior se importaron 12 toneladas de alimentos básicos, un 30% del consumo nacional. Así el punto, ¡es la falta de oferta de alimentos lo que nos está haciendo daño, no la cantidad de dinero en circulación!
Los señores del paro, especialmente los que concibieron el bloqueo del país en sus cadenas logísticas, como el cerco de las rutas a Buenaventura, o al sur del país, son también responsables muy serios de este gran daño que se hizo a la economía, y en especial a los más frágiles y vulnerables: los pobres.
La inflación causada en muchos alimentos por cuenta de los bloqueos fue y aún tiene consecuencias. Por ejemplo, los productores de proteína blanca, como huevo y carne de pollo y cerdo, fueron golpeadísimos por la imposibilidad de alimentar a cerdos y aves, dicen que se demorarán hasta dos años en recuperar los niveles de producción y productividad. Las restricciones violentas y salvajes de los bloqueos han sido muy costosas para el país y para cada uno de los colombianos. Esto debe servir de lección para que tomemos conciencia de la forma de protestar. No podemos seguir aceptando que se pueda llegar a extremos de estrangular al país impunemente. Además, qué falta de cultura ciudadana y de empatía con la población.
Por otra parte, un elemento que ha impulsado la inflación es la tasa de cambio. Como importadores de alimentos estamos pagando las consecuencias de la devaluación del peso frente al dólar y el inevitable encarecimiento en pesos de los bienes importados. En lo corrido del año llevábamos a septiembre una devaluación del 14%, una de las más altas del mundo. Esto tiene sus consecuencias, no solamente las positivas de los cafeteros, sino las negativas para los importadores.
Así pues, el lío de la inflación está aguas arriba de la política monetaria, está en algo estructural. Si no tenemos una política seria, si no tenemos un Ministerio de Agricultura técnico, eficiente, transparente y cercano a los campesinos y a la agroindustria, seguiremos poniendo torniquetes sin tratar la herida y podemos quedar con un paciente amputado. Hay que tratar el punto de la seguridad alimentaria en el país de forma seria.