El Eje Cafetero es reconocido en Colombia y en el mundo por su unidad geográfica, cultural y económica, incluye los departamentos de Risaralda, Quindío y Caldas, con una ubicación privilegiada, paso obligado de turistas que vienen del sur y centro hacia el occidente y norte del país.
La región, resultado de la colonización antioqueña y valluna, se identifica con la centenaria tradición cafetera, de gran relevancia turística y comercial, la mayoría de los municipios del Paisaje Cafetero, reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Creado el Gran Caldas en 1905, separado cinco décadas después, la región avanza hoy en unirse en objetivos comunes, dadas sus características, los nuevos paradigmas políticos y la necesidad de aunar esfuerzos para la consecución de recursos y la materialización de proyectos.
Propósitos que ante unos efectos sociales y económicos devastadores, de una circunstancia adversa como el covid-19, urgen la necesidad de que los líderes entendamos la complejidad de la situación y busquemos salidas con sentido de colectividad y resiliencia.
Comprendiendo que las regiones progresan por la capacidad de pactar de sus gobernantes y líderes, de garantizar la gobernabilidad, de reconocer que el ejercicio de la política es de acuerdos, del diálogo, de aplicar políticas de Estado, e impulsar el progreso con independencia administrativa.
De ahí que los mandatarios de los tres departamentos trabajemos en proyectos de gran impacto social, buscando el crecimiento económico, reducir el desempleo y la informalidad laboral, fortaleciendo la esperanza de los ciudadanos y contribuyendo a una mejor calidad de vida.
Como una responsabilidad individual y colectiva de gobernantes, el objetivo es evidenciar ante el gobierno nacional un trabajo en equipo, con iniciativas regionales, estrategias coherentes, reconociendo los problemas estructurales, pero con soluciones reales.
En el Quindío, proyectos de infraestructura vial que mejoren la conectividad vial y consoliden el turismo cafetero y ecológico; en Risaralda, la construcción de un hospital de cuarto nivel que beneficiará a 92 municipios de los tres departamentos y del Chocó; y en Caldas el Aeropuerto del Café, una alternativa de conectividad aérea que generará 1.800 empleos.
La iniciativa del gobernador de Risaralda, Víctor Manuel Tamayo Vargas, impactará considerablemente el sistema de salud regional, permitirá atender pacientes de alta complejidad, salvar vidas y reducir costos. Un hospital para patologías difíciles, de avanzada tecnología de laboratorio.
Planeación Nacional, aprobó recursos para el estudio de factibilidad que garantice incluirlo en el presupuesto del año próximo, con el apoyo de universidades, fundaciones y entidades regionales.
El mandatario del Quindío, Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas, apunta a fortalecer el turismo; con el mejoramiento de la infraestructura vial. Comunidades de 12 municipios reclaman una mejor red terciaria y la ampliación vial que facilite la movilidad y el acceso rural y urbano.
Diez localidades esperan recursos del programa “Colombia Rural” de Invías, se impulsarán ciclo-rutas interdepartamentales y un plan de placa-huellas veredales con inversiones del sistema de regalías.
En Caldas, el Aeropuerto del Café, que se construirá en el municipio de Palestina demanda una amplia infraestructura, una alternativa de movilidad regional, cuya primera fase estaría lista en el 2022.
Se requieren recursos para una primera pista, áreas administrativas, zonas de embarque y plataformas. Inversiones iniciales por 200 mil millones de pesos del presupuesto nacional, de Inficaldas e Infimanizales. Este año se constituirá el patrimonio autónomo, la Aeronáutica Civil validará los estudios y diseños, y convocará la licitación pública.
Estas iniciativas son de una gran trascendencia para el Eje Cafetero, lograr su ejecución es la meta, en la que se trabaja pensando siempre en que cuando se juega en equipo, se gana en equipo.