El descontento social es el resultado de causas que se han acumulado durante años, y que el Covid–19 ha profundizado; llevando a los colombianos a manifestarse en las calles, hacen un llamado a la equidad, a que se equilibren las cargas tributarias, que se escuchen las necesidades básicas insatisfechas.
Muchos de los jóvenes que hoy se expresan son catalogados como población NINI, ni estudian ni trabajan, quienes alzan su voz en busca de un mejor presente y futuro, con acceso a la educación superior y oportunidades laborales. Según el Dane, en el trimestre de mayo a julio de 2020, el 33% de los jóvenes pertenecían a la población NINI.
De acuerdo con la encuesta de percepciones de jóvenes del Centro Nacional de Consultoría de mayo de 2021, la incertidumbre y la frustración son los sentimientos que predominan en medio de la actual situación del país. Piden respeto, empatía, solidaridad y atención frente a temas que los gobiernos debemos resolver, como empleo para jóvenes, disminución de la pobreza y acceso a la educación superior gratuita. El 31% de los encuestados cree que el Gobierno tiene intención de escucharlos.
Escucharlos es el camino, por eso, en medio de conversaciones en Caldas con los alcaldes, el comité del paro y líderes juveniles, establecimos la Mesa Manizales y Caldas dialogan, en la que nos han solicitado la no intervención de la fuerza pública en protestas, a lo que se acordó que la Policía solo intervendría en caso de que se presenten afectaciones a la vida y los bienes públicos o privados. Entre sus peticiones más enfáticas están la gratuidad en educación superior focalizada a estratos 1, 2 y 3 y acceso a empleo de calidad a la hora de graduarse.
En reunión con Presidente Duque enfaticé la importancia de resolver las solicitudes de los jóvenes en las regiones y hoy resalto la gran noticia para ellos y sus familias, frente a la reasignación presupuestal destinada a garantizar la educación pública universitaria, técnica y tecnológica para el segundo semestre de 2021 de los estratos 1, 2 y 3, y de la misma forma celebro la llegada de la ministra María Victoria Angulo como madrina en medio de espacios de concertación en el departamento.
Con 11 Instituciones de Educación Superior, Caldas es un espacio legítimo de concertación, a través del diálogo entre los grupos de jóvenes y el Gobierno nacional.
En conversaciones con el sector productivo, hemos avanzado en promover programas eficientes e implementables: 
Trabajar rápidamente para que más jóvenes accedan al plan Matrícula Cero.
Continuar fortaleciendo alianzas público- privadas para cerrar brechas entre las necesidades del sistema productivo y los programas de formación que ofrecen las universidades. 
Volver a pagar la cuota monetaria que daban las cajas de compensación a los estudiantes de 18 a 23 años para que continúen sus estudios. Cuota que históricamente se ha pagado y debe volverse a implementar. 
Generar 100 mil empleos para jóvenes y así cerrar la barrera hacía el acceso al mercado laboral. Dar un subsidio a las empresas a través de las cajas de compensación, para contratar estudiantes recién egresados. Estas pagarían 6 meses del salario y las empresas los otros 6, así las organizaciones pueden asumir la curva de aprendizaje y los jóvenes empezarían a desarrollar su carrera. El costo del programa se estima cercano a los 9 millones de pesos por joven, y puede ser cofinanciado y operado por las Cajas.
 Siendo un gobernador joven, me siento afín con las necesidades de los jóvenes y voy a intensificar los esfuerzos, para viabilizar las soluciones, por un departamento con más y mejores oportunidades para ellos.