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@leonardopineda.

“Me encanta el crimen, me encantan los misterios y amo a los fantasmas”

Stephen King

Muchas veces he hablado del gran escritor de terror Stephen King, es tan prolífico en su carrera y ha generado tanta producción que uno se queda uno corto a la hora de referenciarlo. Su mente audaz e inquietante reflejada en sus libros e historias lo hace un ser enigmático y casi que diferente al resto de los humanos. Tiene una capacidad para aterrorizar que se queda uno pasmado ante las truculentas ideas que plasma en sus novelas y cuentos. Valga decir que uno de sus libros más afamados es la base para la película más taquillera ahora en cartelera: It (Eso), historia que ha atormentado a generaciones gracias a la presentación de Pennywise el payaso bailarín, protagonista de las pesadillas de miles de niños de mi generación y que ahora ha vuelto recargado y terrorífico en la nueva versión cinematográfica.

La película dista un poco del libro en cuanto al manejo del tiempo, en la historia original se lleva al lector entre el pasado y el presente (1956 y 1985) y el film transcurre en 1989, haciendo referencias a series tan famosas como Stranger things y películas como Cuenta conmigo. Una época que gracias a la música, la ropa y el estilo de vida parece llamar la atención de los directores de cine y televisión, o que tal vez trae a ellos su propia remembranza de dicha época. En la nueva película se desarrolla la historia que pasó a los Siete perdedores y promete una segunda parte ya en la edad adulta para corresponder a la novela como tal. Una excelente adaptación que sin embargo deja mucho del libro en meras referencias tal como pasó en El resplandor.

Por eso mi consejo permanente acerca de la necesidad de ir al origen, leer el libro para poder captar toda la esencia de la historia y no quedarnos solo con la perspectiva del director. Otra obra del maestro del terror se ha estrenado en la plataforma Netflix, como producción original y me refiero a la muy inquietante El juego de Gerald, un thriller bastante oscuro sobre Jessie, una mujer que vemos esposada a una cama pero que ha estado encadenada toda su vida por un pacto de silencio. Víctima de abuso físico y emocional logra hacer una catarsis de la situación gracias a su subconsciente representado por ella misma y por su esposo muerto, cada uno con puntos de vista diferentes acerca de lo que es ella y de lo que ha sido.

Con algunas escenas muy inquietantes y una desbordada dosis de gore, el camino hacia la propia salvación de dicha mujer está acompañado de fantasmas del pasado, reales e imaginarios que lograrán erizar los pelos a más de uno pero que a nadie dejarán indiferente. Una excelente recomendación para esta película en la que la protagonista Carla Gugino hace un papel por demás excepcional. Vale la pena verla, eso sí, con algunas restricciones por no ser apta para todo público.