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“El malvado es el héroe en su propia historia”

Ryan Murphy ha generado mucha información sobre televisión en las últimas décadas. Él es el Rey Midas de las series, todos quieren trabajar en sus producciones. Es el creador de programas como Nip/Tuck, Glee, American horror story, American crime story y Scream Queens. El estilo de Murphy es irreverente, gay y muy atractivo, a veces demasiado contextualizado a la historia reciente americana.

Su más reciente creación es El político, serie de ocho episodios que acaba de estrenar Netflix y que me parece adecuada para el momento que estamos viviendo en nuestro país con motivo de las próximas elecciones. Guardando las proporciones la serie nos muestra una realidad innegable en el manejo de la política universal, con todos sus problemas e intrigas, pero desde la óptica de un joven estudiante que tiene el propósito de ser presidente de los Estados Unidos y quiere empezar por ser el presidente de su colegio. Payton ha reunido unas personas encargadas de manejar su campaña y a medida que la serie avanza nos damos cuenta de las verdaderas intenciones y realidades de cada uno de los miembros del equipo. Todo lo que se mueve tiene que ver con intereses personales, corrupción, mentiras y sobre todo, traición.

Cada paso que se da en esa contienda electoral está marcado por un sinfín de acciones de los personajes involucrados, que muestran que el manejo del poder tiene mucho que ver con el manejo de la vida misma. Todos los personajes tienen relevancia absoluta en cada una de las decisiones y de las acciones que dibuja la serie y es un retrato conmovedor y al mismo tiempo hastiante de la carrera política, sea cual fuere su dimensión.

Basta con entender que el sueño de una persona por cambiar el mundo puede no ser lo suficientemente bueno para todos, que muchas veces los que quieren hacer del mundo un mejor lugar no son tan buenas personas o entender que “el malvado es el héroe de su propia historia” para que cada acción en una campaña esté supeditada a las consecuencias y a los orígenes que la llevaron a nacer.

Como serie, puedo decir que es un viaje en montaña rusa en la que sus creadores dejaron ir a toda velocidad un argumento que pudo tener mejor planeación y que no se sintiera tan absolutamente sorprendente por la cantidad de giros inesperados que presenta, pero vale la pena ver y analizar.