En junio del 2018 la Alcaldía hizo efectiva la petición que realizaron algunos comerciantes del sector de Milán, donde solicitaban poner en un solo sentido la vía que recorre la zona G de la ciudad, lo cual en teoría eliminaría los atascos y el desorden que se creaba, pensando en mejorar el desplazamiento de los ciudadanos que visitan esta zona. Esto es un ejemplo de una estrategia para la movilidad y la mejor calidad de vida de los ciudadanos, pero (…)
Seis meses después, a mediados de diciembre, en esta misma zona crearon una banda ciclopreferente, donde surgieron muchas incógnitas, ya que no hubo una comunicación asertiva por parte de la Secretaría, frente al objetivo o el modo de empleo de esta nueva pintura en el carril. Revisando Twitter, encontré una información que publicó la secretaría de Tránsito el 15 de diciembre, donde definía esto como: “calzada dedicada a la bicicleta, pero que excepcionalmente puede ser utilizada por el resto de los vehículos”. 
Dos meses y medio después, nuevamente hay obras en el sector, transformando la banda ciclo preferente, a una calzada exclusiva para bicicletas, agregaron unos bolardos de plástico, eliminando un carril. Esto es una obra que, claramente, va en contra vía al objetivo de junio frente al tráfico y a su vez frente a la definición que publicaron en Twitter el 15 de diciembre. El 28 de febrero, en la zona, nadie entendía qué pasaba, los de zona azul empezaron a parquear los carros de frente (como espina de pescado) y en algunos casos estos carros al ser tan largos bloqueaban la banda ciclopreferente.
Retomando mi columna anterior, nuevamente me pregunto ¿hay una estrategia de movilidad en Manizales? ¿Tiene un objetivo definido previo a las obras que hacen? No sé cómo llamar a lo que se vio reflejado en Milán, puede ser experimentación, puede ser improvisación o simplemente puede ser que las cosas se hacen de acuerdo con el estado de ánimo con el que amanecen en la Alcaldía.
De las pocas cosas que he escuchado del secretario frente a la banda ciclo preferente es: “los manizaleños deben darse por bien servidos que les hicimos un kilómetro de ciclovía”. Señor secretario, con respeto le digo, yo como el 97% de ciudadanos nos sentimos orgullosos de Manizales, y este orgullo me impide darme por bien servido con obras mediocres, sin estrategia y sin un objeto claro para la ciudad.