“Las energías llamadas limpias necesitan recurrir a minerales raros, cuya explotación es todo menos limpia”. Guillaume Pitron, autor de “La guerra de los metales raros”.
El día 23 de agosto propuse ante Concejo de Aranzazu un acuerdo de emergencia climática entre la Alcaldía y el Concejo. La emergencia climática ha sido adoptada por la Unión Europea, Irlanda, Canadá, Argentina, Malta, Bangladesh, Maldivas, Corea del Sur, Singapur, Reino Unido, Estados Unidos (18 ciudades). Además, de numerosas ciudades en el mundo. Siendo, Bogotá la primera en Colombia y Latinoamérica (Acuerdo 790/2020).
Sorprende en Colombia, uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático, el desconocimiento por parte de las instituciones, empresas, centros de conocimiento y sociedad sobre las medidas a tomar para hacer frente al cambio climático y la nueva economía de la Cuarta, Quinta y Sexta Revolución Industrial.
Desconcertante y contradictoria la velocidad y el papel que va jugar una actividad como la minería, alta en emisiones de gases de efecto invernadero y otros impactos en la reactivación económica del país. La minería en Colombia representa el 2% del Producto Interior Bruto (PIB). Esto sin considerar que uno de los pilares de la reactivación económica es la diversificación de la canasta extractiva, con minerales estratégicos demandados a nivel internacional como el oro, el platino, el cobre, el fosfato, el potasio, el magnesio, el carbón (metalúrgico y térmico), el uranio, el hierro y el coltán (UPME, Resolución 180102/2012) con sus respectivas Áreas Estratégicas Mineras: Antioquia, Bolívar, CALDAS, Cauca, Cesar, Choco, Huila, La Guajira, Nariño, Norte de Santander, Putumayo, Quindío, Risaralda, Tolima y Valle del Cauca (UPME, Resolución 18010272012).
Colombia se está presentando como el tercer productor de cobre en Latinoamérica para año 2030, después de Chile y Perú. Pero no se están abordando los impactos de este nuevo auge de la industria extractiva. Donde para poder hablar de responsabilidad y de sostenibilidad se tiene que hablar primero de lo local, con información, simetría y un dialogo transparente con los habitantes de los territorios que tienen estos minerales.
Ese no es el caso de Caldas, acá se mantiene el silencio de las autoridades: Gobernación, Asamblea, Corpocaldas, y más grave aún, los manizaleños, respecto al eclosión exponencial de los proyectos mineros en el departamento. Un silencio absoluto. A pesar de que desde el año 2012 Caldas es considerada un Área Estratégica Minera.
Frente a ello, en municipios como Aranzazu, de sexta categoría como el 80% de los municipios colombianos, se han denunciado los procedimientos de la Agencia Nacional de Minería que tras dos reuniones informativas con autoridades locales, presenten ello como una “coordinación, concurrencia, concertación y consenso” para acelerar los procesos de contratación minera. Pero se olvidan del principio de subsidiaridad.
La historia de Aranzazu es la historia de muchos municipios colombianos y latinoamericanos donde las instituciones centrales, ya sea de Bogotá o Manizales, se olvidan de ellos. Solo interesa la extracción de sus recursos naturales. La historia que se empieza a escribir para la humanidad se escribe en estos pequeños municipios ricos en recursos naturales. Empezar a regenerar con ellos metabolismos urbanos biocirculares basados en una economía del conocimiento definirá la historia de la humanidad.
“La evidencia de los riesgos que trae el cambio climático obliga a los inversionistas a reevaluar los supuestos en las finanzas modernas”. Larry Fink, presidente Black Rock. Mayor gestor de activos del mundo (más de 700 trillones de dólares administrados).