Puede decirse sin temor a equivocación que los temas desarrollados con motivo  de las crisis por la infección con el Virus Corona 19, han comprometido a una parte importante de la población mundial, por los diferentes problemas suscitados y que han incidido en la vida de las personas afectadas o no, directamente por el virus, mediante el aislamiento, contagio, enfermedad o  muerte.  
Los medios de comunicación populares y científicos, acumulan cientos de miles de informaciones, como nunca en tan poco tiempo por un solo microorganismo,  traducidas a millones de palabras con toda clase de enfoques derivados de las investigaciones, de la epidemiología, de la economía y de simples acontecimientos diarios, cercanos o lejanos, verídicos o falsos.
Lo que hace unos meses era una novedad informativa ahora se ha vuelto una propagación de las implicaciones derivadas de la infección  viral sea esta clínicamente aparente o subclínica. Para el viejo o el joven, el temor a morir es el centro de todo con o sin anormalidades previas.
Entre todo el torrente de información no científica llegan manifestaciones  verdaderas o mentirosas. Las unas y las otras comprometen a las personas  receptoras y no pocas  veces para el ciudadano  del común es difícil separar lo que es válido de lo que no es.
La esperanza de que terminen las crisis es una evidencia de la necesidad del ser humano de tener una vida diferente, algunos dicen que volver a como era  antes de aparecer el agente agresor y despertar toda una serie de medidas restrictivas y lesivas. La verdad es que el deseo interno, que viene desde hace siglos,  de cada persona del común es que pueda disfrutar de una vida bajo otras condiciones diferentes que le permitan el discurrir por el cotidiano entorno sin tantas inconformidades que le constriñen.
La vida en el planeta no debería ser agresiva  pero es ineludible, hasta ahora, convivir con el hecho de ser Homo sapiens sapiens y todo lo que ello significa en un medio del globo terráqueo  lleno de desigualdades entre las personas, sin que el dinero y lo que representa  sea la única causa de las diferencias que pueden ser modificadas por los seres humanos, simplemente con otras maneras de existir.
La coexistencia pacífica entre las personas y de éstas con el entorno, pareciera que fuera una utopía de muy difícil, a veces se piensa que imposible, conversión a una paz verdadera, sin dejar de estar como seres humanos. El análisis de las etnias y su localización geográfica en todos los lugares del orbe son la demostración de que es posible vivir de modo diferente cuando se comparan todos pueblos sin llegar a lograr que los nórdicos y los australes vivan igual, porque  esta es otra utopía.  
Se ha argumentado sobre la existencia real de la libertad del ser humano  con cientos de millones de frases a favor o en contra, desde hace más de 25 siglos, por expresar lo menos.
El tema siempre estará presente hasta el fin de la especie. Aparecen dos aspectos que parecen triviales pero no lo son en la actualidad. Uno de ellos se refiere a la pregunta: ¿Se dejará vacunar contra el Virus Corona con la primera que aparezca? Aquí, la responsabilidad del gobierno no puede ser soslayada. El otro, que es moda,  es el cambio de filiación política, muy diferente, con salvedades, en la población general o entre quienes adquirieron responsabilidades electorales que deben ser revisadas bajo la lupa de la ética.
Nota: Manizales, Ciudad Universitaria, enaltece la sociedad.