Es infrecuente la igualdad física natural entre los seres humanos, pero es mucho menos probable una similitud total de los resultados finales del proceso cognitivo entre las personas. Este principio ha sido válido durante la existencia del Homo sapiens sapiens y así seguirá durante años. Existen vías compartidas de procesos mentales por ser de la misma especie y en el estado actual de la evolución humana.
En cualquier parte de la tierra la gran mayoría de los seres humanos pueden ver, oír, oler y utilizar el tacto, aún con distintas partes de su cuerpo. Igualmente, tienen la capacidad de la percepción, salvo cuando su cerebro está comprometido por algún defecto. 
Sin embargo, la individualidad del ser humano se reafirma a cada instante y así sucederá hasta cuando la ciencia, por intermedio de muchas disciplinas intervenga peligrosamente para violentar las leyes simples de la naturaleza.
María es muy diferente a Pedro y ellos dos son distintos al resto de las personas en cuanto a los puntos críticos de las complejas elaboraciones mentales. 
¿Todos observan igual? No, ni inclusive los colores que son resultados simples, y la prueba con los matices es más que suficiente para demostrar que así sucede.
Cuando hay transformaciones mentales que exigen cruzamientos que parten del conocimiento y la experiencia obtenida a través de todos los años de la existencia de las personas, es posible evidenciar las diferencias.
Aunque parece muy simple la pregunta: ¿Entendió? Expresada como corolario de una exposición verbal sencilla o compleja; larga o corta; repetitiva o novedosa, la respuesta evidenciada deja al menos tres posibilidades: Si, no, o parcialmente. La siguiente pregunta, la cual es más importante, es: ¿Qué entendió? Y, lo mismo puede aplicarse a una imagen, o a una audición o a una lectura. 
Ahora bien, si no se expresa la respuesta, ella puede quedar en el consciente mudo o inexpresivo de la persona sometida a la prueba.
¿Qué entendieron? Lo que era una respuesta se convierte en varias, sin límite, declaraciones disímiles cada una con sus propias individualidades.
Del agrupamiento de respuestas se pueden derivar intereses comunes y así se van creando grupos con similares propósitos, aunque quienes los conforman no tienen completas identidades porque todas las personas en algún punto, por pequeño que sea, se distancian entre sí.
¿Entenderán los profesores, los estudiantes, los gobernantes, los legisladores y los jueces? Todos saben que es una ley o un decreto o un acuerdo o una norma o un propósito, pero a la hora de decidir, ratificar o cumplir, la distancia puede ser inconmensurable. La oposición, la renuncia y el salvamento del voto, son de otro contexto cuando hay entendimiento sobre lo que se define, pero pueden ser el resultado del no entendimiento. 
Entender no quiere decir estar de acuerdo. Y aunque parezca de fácil comprensión (?) la ilación, en la práctica los dos términos y significados, pueden ser interpretados y concluidos inadecuadamente. Para estar seguro de que la conclusión puede ser lógica y de acuerdo a los personales criterios, todos respetables, se debe estar seguro del entendimiento de la otra u otras personas, en cuanto al mensaje que se quiere hacer visible o mantener en reserva.  
Indagar es una función propia de los seres humanos como integrantes de la sociedad. Hay personas que ignoran conscientemente lo que sucede en el entorno de la naturaleza incluyendo el comportamiento del ser humano. Para entender es necesaria la sapiencia de los términos, de la construcción de las frases y de los contenidos previos. Entender es básico para direccionar acertadamente, con diferentes resultados. Entender no garantiza la bondad o maldad del fin porque todo depende de las propias convicciones o de lo dispuesto que se esté a realizar apertura en su forma de actuar, de cumplir para buscar el bien o la perversidad.  
Lo inmoral es hacer sin entender. ¿Por azar? ¿Por odio? ¿Por ignorancia? ¿Por bondad? ¿Por automatismo? Todo lejos del significado de lo que debe ser una persona. Los seres humanos deben abolir la suerte en sus decisiones, éstas deben ser racionales. 
Nota: Manizales, ciudad universitaria es una verdad.