La realidad sin atenuantes indica que el ser humano es el más importante miembro de la naturaleza, los conceptos que se opongan a esta premisa son respetables pero distan del significado de la existencia, vivencia y entendimiento racional que implica el Homo sapiens.
Los seres humanos existen por evolución y se crían bajo leyes genéticas conocidas, las cuales son objeto de investigaciones inverosímiles pero cuyos resultados van explicando su esencia, aún desconocida en toda su magnitud.
Los otros seres de la naturaleza de alguna manera contribuyen a la vida de los seres humanos, pero tienen su especial ubicación. Cada animal puede reinar en su territorio y el ser humano lo debe respetar como un indicador de su preeminencia mental, lo que tiene gran valor porque aunque no es su congénere, el cual debe conservar sino atenta contra su integridad ni la de los suyos u otros seres que deben ser protegidos. ¿Es el ser humano el rey de la naturaleza? Hay que reflexionar sobre ello con toda ecuanimidad.
Los seres humanos cada vez más se dedican a diferentes, afortunadamente en aumento incontrolado, oficios y profesiones, desde la misma época de su conversión evolutiva, derivada de los primates. Uno de esos oficios fue la adopción de conductas elementales, que implica un recuerdo ancestral de lo que hoy se conoce como medicina moderna, utilizadas en bien propio o de los demás, quienes constituían su grupo.
En la medida que desarrollaba sus destrezas y su capacidad mental se acondicionaba en primer lugar al entorno, entendiéndolo para meditar y dimensionar sus posibilidades de vida e inclusive innovando en bien de todos.
Sin embargo, desde antes los primates con sus capacidades mentales e intuición, seleccionaban los frutos no dañinos, en una especie de prosaica prevención.
Desde allá hasta ahora el ser más importante para un individuo de la especie es su congénere, inclusive en los territorios con bárbaros ejemplos culturales como el canibalismo o el sacrificio a la deidad.
La conservación de la vida ha sido una meta indeclinable de la especie, a pesar de la absurda violencia, comportamiento antinatural, que trasciende la evolución.
Por ello, primero un oficio y luego una profesión, sin dejar de existir actividades libres en determinados grupos humanos, algunas personas se han dedicado al ejercicio de una actividad profesional al servicio de los demás que pretende mantener un cuerpo y mente libres de afecciones.
La profesión médica es una de las miles que se encuentran en la actualidad pero ha sido y es única esencial en cuanto al objeto de su estudio y las estrategias utilizadas para ese conocimiento y la prestación del servicio necesario en bien del ser humano.
Indudablemente, quien ejerce la profesión médica es un médico. Medicina la pueden practicar otras distintas personas. Los médicos en la actualidad solo pueden actuar con licencia del Estado pero ello es un colofón de todo un proceso que comenzó con la decisión de querer ser médico. ¿Los motivos? Se confunden en la distancia con la personalidad, los hechos, las personas, los pacientes y las instituciones. Y, a veces no se conocen realmente.
Ejercer la profesión con los valores discernidos por Hipócrates, cuyos postulados no siempre se cumplen, y otros, es imperativo sin importar la tecnología cada vez más irreversible y omnímodamente presente.
El médico es un ser que lucha, porque tiene un compromiso ineludible, por actuar siempre en beneficio de sus pacientes, familias y otros seres a quienes se extienden sus obras en áreas cada vez más numerosas.
La profesión médica es exigente pero conservando la vocación con entrega perita, oportuna y prudente puede lograr todo lo que espera un paciente, su familia y la sociedad, comenzando con una sonrisa, unas gracias, un abrazo, una lágrima o una simple sensación de paz. Aunque Guido Majno expresó: La vida es frágil, la lesión es parte del juego.
Solo Colombia, Argentina, Guatemala y Uruguay, celebran hoy el día Panamericano del Médico, en honor al investigador cubano Carlos J Finlay, Fiebre Amarilla. Es apenas un reconocimiento que no desborda el sentimiento de ser médico ejerciendo una profesión integrada a la vida. ¿Podría el país adoptar otro héroe y fecha?.
La medicina crea un vínculo entre el alma del médico y del paciente, para fraseando a L. Sullivan.
Nota: Manizales tiene profundas raíces universitarias.
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