La historia de la medicina humana, en el sentido amplio de la denominación, se pierde en las raíces de la evolución del Homo sapiens sapiens. No hay una evidencia científica de quien fue el primer médico, pero existen hipótesis de la manera como fue surgiendo. Primero fueron los pacientes o sus congéneres quienes se trataban  basados en experiencias derivadas del ensayo-error. 
El desarrollo del cerebro y las destrezas fue permitiendo acciones más específicas y directas sobre los enfermedades de toda clase, incluyendo las traumáticas. Luego de muchos milenios, comenzaron a surgir los grandes padres de la medicina. La cual ha evolucionado hasta conocimientos, tecnología y prácticas consideradas inverosímiles hace 20 años.
El médico fue principio y fin del antiguo concepto de salud. Hoy es un miembro fundamental del equipo, pero no indispensable para la concepción moderna de la salubridad. Sin embargo, sin discusión, conserva su preeminencia en las acciones de medicina. 
Hace pocos siglos otras personas comenzaron a participar de los mecanismos de apoyo a los médicos cuando ejercían su función fundamental en aquella época. A través del tiempo, el médico ha ido ampliando el panorama real de su labor, más allá del  lado de la cama del paciente y de la utilización del bisturí, como en el apoyo a infinidad de labores complementarias.
Otros seres humanos, fundamentalmente mujeres, se fueron acercando al enfermo para ayudar en los tratamientos o atenuar el sufrimiento físico o psíquico, o  para ofrecer apoyo espiritual o preparar para la muerte, conservando las creencias.
En la medida que los médicos adquirían más conocimientos y habilidades fueron requiriendo de personas que los apoyaran. Aparecieron mujeres que no tenían ninguna preparación, salvo su experiencia, demostraban  una vocación envidiable respaldada por altruismo a toda prueba. Cada vez se fueron haciendo más indispensables para el paciente, el médico y la familia.
El concepto de enfermería se fue instalando pausadamente, aunque en el año 250 a.C. en la India se fundó la primera escuela, que en concordancia con la religión, era exclusiva de hombres. Se debe a Florence Nighthingale, en cuyo honor  se celebra el Día de la Enfermería el 12 de mayo, el primer modelo organizado de enfermería, a partir de allí múltiples patrones han sido expuestos y practicados. Durante muchos siglos las labores de enfermería fueron desempeñadas por hombres, luego las mujeres dominaron en las actividades y desde hace varias décadas los varones han vuelto a ejercer la profesión.
Paulatinamente, las religiosas, de diferentes credos, fueron ocupando los espacios frente al paciente, principalmente en los hospitalizados. Se fueron imponiendo prácticas preparatorias para atender pacientes hasta llegar a las recordadas practicantes, luego aparecieron las auxiliares. Posteriormente se profesionalizaron y especializaron. En la actualidad, se supraespecializan, se convierten en magister y llegan a doctorado.
Al celebrarse hoy el Día Mundial de la Salud, la OMS ha dedicado esta fecha al trabajo de las enfermeras y parteras. La entidad recomienda las siguientes acciones para enfermería: a)Más inversión en servicios a cargo de enfermeras; b)Empleo de personal con mayor preparación; c)Ubicar a las enfermeras y parteras en el eje de la atención primaria; d)Darles más responsabilidades en prevención de las enfermedades y promoción de la salud; e)Fortalecer el liderazgo de enfermeras y parteras.
Nada más justo que reconocer el trabajo de estos seres en bien de la salud de los habitantes del planeta. Hoy no podría existir ningún proyecto en salud que no contara con el apoyo de enfermería, desde cualquier faceta en que se desempeñan con eficiencia y rectitud.
Nota: Manizales, Ciudad Universitaria, ha sido ejemplo en enfermería tanto profesional como auxiliar.