La ciencia es un producto humano donde se conjugan sus capacidades mentales y físicas, en diferentes proporciones de acuerdo con intereses propios, de la institución que lo acoge o del mecenas. De una u otra forma su obra siempre estará destinada a la sociedad.
Esencialmente la ciencia no es mala ni buena, el problema es la utilización. Es dable pensar que las acciones de las personas en principio son buenas aunque existen investigadores con mentes especiales han creado ciencia con fines destructivos.   
Los vinculados a la biología, especialmente microbiología, conocen a Anton van Leeuwenhoek, Países Bajos 1632-1723, sabio, adicionalmente comerciante dedicado a oficios especiales, a quien se le atribuye la construcción de un microscopio, convertido en modelo básico de la tecnología actual de elevada calidad, donde son relevantes los desarrollos alemanes, norteamericanos y japoneses.
En 1674, Van Leeuwenhoek, describió con sus lentes a los muy pequeños animalcules, protozoarios, inclusive el parásito causante del paludismo. Fue el punto de consolidación del inicio de la  microbiología científica. La observación continua de estas estructuras lo llevó a dudar de la generación espontánea.
Sus centenares de cartas a las londinenses Royal Society y Philosophical Transactions of the Royal Society, la primera y más importante revista científica de la época, conteniendo sus hallazgos y comentarios son la muestra de su mente privilegiada y su espíritu escudriñador. Labor reconocida por muchos. El poeta neerlandés Constantijn Huygens, 1596-1687, destacó la dedicación del investigador y lo puso como ejemplo.
El pasado 14 de mayo un artículo, Science,  revela, mediante la técnica física de tomografía de neutrones, las características de las lentes de Van Leeuwenhoek quien tenía una controversia con Robert Hooke, secretario de la Sociedad Real, por los detalles de la construcción de sus lentes, los cuales guardó, en su mayoría, celosamente hasta su muerte. La investigación  no discute la importancia de los hallazgos del inventor Van Leeuwenhoek en el campo de la microbiología.
Dos hechos derivados de los anuncios de Van Leeuwenhoek debían ser analizados: la transparencia y reproducibilidad de sus hallazgos. Incluso la Sociedad envió a personajes con el fin de investigar, en la sede de la fabricación de los lentes, las características de los procesos, pero el silencio ejercido voluntariamente por Van Leeuwenhoek dominó en las visitas. Se cree que Van Leeuwenhoek utilizó las informaciones de Robert Hooke para la construcción y mejoramiento de sus lentes.
Interesantísimo conocer que Robert Hooke deseó conocer siempre el secreto de los lentes de Van Leeuwenhoek, pero el trabajo de Hooke suministró, paradójicamente, los elementos básicos previos para los logros de Leeuwenhoek.
¿Por qué la superioridad de los microscopios de Van Leeuwenhoek? Porque tomó lo existente y a partir de allí fabricó sus propios lentes con su propios métodos. Nada de brujería. Para Van Leeuwenhoek era más importante la calidad de la lente que la estructura simple sobre la cual estaba montada.
El hecho de que, incluso después de 300 años, la lente analizada y parcialmente dañada de Van Leeuwenhoek, todavía identifica 1,35 micrómetro, muestra la inmensa capacidad desarrollada y mejorar la receta de Hooke hasta lo mejor de sus teorías.
Ahora podemos suponer que el silencio de Van Leeuwenhoek fue una elección deliberada. La respuesta al secreto puede haber sido conocida por Hooke mucho mejor de lo que jamás imaginó. Van Leeuwenhoek adoptó el procedimiento de fabricación de lentes por parte de Hooke poco después de publicarlo, y lo llevó a un gran éxito, pero nunca se lo contó a nadie.
La ciencia evoluciona, no termina jamás.
Nota 1. ¿Cuál es la explicación científica para que a más vacunados más infectados?
Nota 2. Manizales, siempre será Ciudad Universitaria.